El tordillo cerró su historia de cuento ganando el Clark Handicap (G1) en Churchill Downs

El año del crack argentino Candy Ride es fabuloso, tanto, como que es uno de los grandes candidatos para quedarse con el título de Padrillo del Año en los Estados Unidos. No aflojan los grandes triunfos de sus hijos, que ayer en Churchill Downs, como hace tres semanas con Game Winner en el Breeders’ Cup Juvenile (G1), le regalaron uno más en la categoría más importante.

La nueva gran alegría fue obra del corazón de Leofric, el caballo que terminó de escribir una de las lindas historias de la temporada derrochando calidad para ganarle por el pescuezo a Bravazo (Awesome Again) y levantar la copa del cotizado Clark Handicap (G1-1800 m, arena, US$ 500.000), la carrera más importante del mitín de otoño bajo las torres gemelas de Louisville.

Por supuesto que con Candy Ride de por medio para Argentina y Sudamérica el sentimiento es grande, pero el propio Leofric casi, casi, que cumplió el sueño de cualquier “burrero”. Nada hacía pensar que se convertiría en el guerrero que es hoy, sobre todo después de que se vendiera “más que bien” en las ventas mixtas de noviembre en Keeneland por 100.000 dólares a Steve Landers, con apenas un placé en 3 salidas a la pista bajo el cuidado de Neil Howard.

Desde entonces, su campaña dio un vuelco, ganando 3 carreras seguidas y siendo tercero en el Tenacious Stakes (L) de Fair Grounds, cerrando el 2017. Pero lo mejor llegaría en el año en curso, reprisando con un triunfo, quedando luego segundo en el Razorback Handicap (G3) y sólo perdiendo una vez más en sus 5 salidas restante, raid que incluyó festejos en el West Virginia Governor’s Stakes (G3), en el Fayette Stakes (G2) y ahora en el Clark Handicap, llevando sus ganancias hasta los 951.040. Un negocio redondo.

Leofric se convirtió en el décimo cuarto ganador de G1 para Candy Ride, que ya anda por las 80 crías titulares clásicas y cada vez está más cerca de llegar a los 100; será sólo una cuestión de tiempo. Sólo en 2018, además de Leofric, sobresalió con Gun Runner ganando la Pegasus World Cup (G1), el mencionado Game Winner, seguro Campeón 2 Años de la temporada, y Separationofpowers, la potranca que se impuso en el Test Stakes (G1).

Ride a Comet (G2), Ollie’s Candy (G2), Vekoma (G3), Draft Pick (G3) y Texting (G3) también aportaron a la causa que ahora tiene al crack argentino en la segunda posición de la estadística nacional de padrillos del Norte, a menos de 800.000 dólares de Kitten’s Joy, el líder.

Candy Ride también sumó ayer gracias al buen tercer puesto de su hija Cool Beans en el Mrs. Revere Stakes (G3), también parte de la reunión en Churchill Downs, pero Kitten’s Joy también tuvo una tarde positiva, con su cría Chicago Style llevándose en Del Mar el Hollywood Turf Cup Stakes (G2), con poco más de US$ 200.000 de bolsa.

La pelea será cerrada y, más allá de que sea derrota o festejo, nada anulará la fantástica temporada de Candy Ride, el caballo que nació para ser diferente y asombrar al mundo. Que traslada a sus hijos ese corazón fuera de este mundo que mostraba en las pistas. Tal como el caso de Leofric…