Ganador de G2 con la chaquetilla de Godolphin y dueño de una genética de primer nivel, servirá desde 2020 en la Argentina

Pese a que la economía no ayuda, a que el Covid-19 mantiene paralizada la actividad hípica y a que nadie sabe cuando ni cómo finalizará esta historia, los criadores argentinos continúan haciendo esfuerzos pronunciados en la incorporación de nuevos reproductores, pensando en un futuro mejor para la industria.

En aquél concepto realmente llama la atención la buena cantidad de caballos que harán su estreno en las padrilleras nacionales, grupo al que en las últimas horas se sumó un nuevo y muy interesante nombre como el de Lucullan, que trabajará en el Haras La Leyenda tras ser adquirido en sociedad por la cabaña de Alberto y Renata Stein, el Haras Rodeo Chico de Agustín Villamil y el Haras Tres G. del entusiasta brasileño Iván Gasparotto.

Si a la hora de encomendarse a la búsqueda de un nuevo padrillo se busca la fórmula perfecta de campaña, pedigree y físico, puede decirse que el zaino que crió y reservó para defender sus colores el Godolphin LLC del Sheikh Mohammed llena todos los casilleros.

Hijo de Hard Spun y Golden Velvet (Seeking the Gold), ganó en 6 de sus 14 actuaciones al cuidado de Kiaran McLaughlin. Salió de perdedor sobre 1700 metros en el césped de Belmont Park y a las pocas semanas sumaría un nuevo lauro condicional sobre la milla en el mismo escenario y pista. Su campaña de 2017 se cerró con un buen segundo del G1 japonés Yoshida (Heart’s Cry) en el Hill Prince Stakes (G3-1800 m), siempre en la grama neoyorquina.

La temporada siguiente, de regreso, se impuso en las 18 cuadras de Gulfstream Park en un exigente allowance optional claiming para más tarde culminar tercero de los G1 Robert Bruce (Fast Company) y Spring Quality (Quality Road) en el Fort Marcy Stakes (G3-1800 m) de Belmont.

Otra vez en el terreno de los allowances tomó carrera ganando en el óvalo neoyorquino alcanzando a renglón seguido su primer éxito importante al quedarse con el Fasig-Tipton Lure Stakes (L-1700 m) de Saratoga. Luego cuarto en el Ricog Woodbine Mile Stakes (G1), llegaría el éxito más trascendente para Lucullan, en Belmont, claro.

Con Luis Sáez en sus riendas superó por 1 cuerpo al francés Olympico (Rajsaman) en el Knickerbocker Stakes (G2-1800 m), superando también al mismísimo Catholic Boy (More Than Ready). Su despedida se produciría en el último Breeders’ Cup Mile (G1) de Santa Anita Park, cuando concluyó undécimo de la inglesa Uni (More Thant Ready), a sólo 6 1/4 cuerpos.

La genética de Lucullan es otro de sus puntos fuertes. Continuador de la línea paterna de Danzig, Hard Spun, su padre, fue un caballo de pista sensacional, con una velocidad descomunal y que fue capaz de llevar a distancias más allá de la milla.

Ganador del King’s Bishop Stakes (G1), fue segundo en el Kentucky Derby (G1), en el Breeders’ Cup Classic (G1) y en el Haskell Invitational Stakes (G1), siendo “compañero de generación” de Curlin (Smart Strike),Street Sense (Street Cry) y Rag to Riches (A.P. Indy), entre otros.

Hard Spun es padre de 75 ganadores clásicos, incluído la campeona Questing y los G1 Le Romain, Wicked Strong, Gatting, Hard Aces y Hard Not to Like, entre otros.

La madre de Lucullan es la destacada Golden Velvet, titular del Sixty Sails Handicap (G3) y del Sabin Handicap (G3) y que además produjo a Innovate Idea (Bernardini), vencedora en el Groupie Doll Stakes (G3).

La abuela del nuevo padrillo de La Leyenda, Rodeo Chico y Tres G. es la no menos importante Caress (Storm Cat), triple ganadora de G3 en el Norte, madre del G1 Sky Mesa (Pulpit) y del exitoso padrillo en Chile Monthir (Gulch), y abuela del G1 Maxfield (Street Sense).

Caress es propia hermana del inolvidable Bernstein, uno de los más grandes reproductores que hayan pasado por la Argentina y que aún hoy es noticia seguido en las competencias más trascendentes gracias a la generosidad de sus hijas.

“Lucullan es el millero soñado que venimos buscando hace muchos años, un caballo que peleó en esa distancia en los más fuertes circuitos de los Estados Unidos y que le ganó a 7 ganadores de G1 en su campaña, entre ellos al crack Bricks and Mortar (Giant’s Causeway). Tenía un cambio de velocidad terrible y el concepto de su cuidador siempre fue estupendo. Lo revisó para nosotros Ignacio Correas (h.) y le encantó. Tiene mucho porte y una mirada bárbara, por lo que físicamente estuvo super aprobado. Y creo que la frutilla del postre es el pedigree, que es una joya; Iván Gasparotto lo estudió a fondo y él es un especialista. Es Danzig por arriba, que en Argentina es sinónimo de Exchange Rate, Catcher In the Rye, Orpen y su padre está consagrado en la reproducción. Por el lado materno es la familia de La Troienne, de gran ascendencia entre padrillos en Argentina, incluídos Bernstein y Fortify (Distorted Humor). El pedigree tiene mucha actualidad, con Maxfield entre los candidatos a ganar este año el Kentucky Derby. Cuando apareció la oportunidad en medio de la pandemia consulté con mis socios y en 24 horas se tomó la decisión. Es bueno destacar que no va a hacer shuttle al hemisferio norte”, contó, entusiasmado, Alberto Stein, una de la cabezas del proyecto.

Agustín Villamil, por su parte, contó: “Principalmente reúne las 3 columnas fundamentales para desarrollar un padrillo: pedigree, capacidad corredora y físico. Creo que tiene todo lo que busca el mercado asiático, productos milleros, de pasto y buen físico, si logra transmitir eso vamos a tener muy buenos resultados comerciales. El mercado asiático es la plaza de mayor crecimiento en los últimos años y tenemos que desarrollar al máximos nuestras capacidades para poder exportar mas caballos. La unión hace la fuerza y me encanta la oportunidad de desarrollar un padrillo con la calidad del Haras La Leyenda y del Haras Tres G de Ivan Gasparoto. Sin dudas, apoyo va a tener”.

Con Lucullan el turf y la cría argentina suman un nuevo nombre importante y en el cual apoyar justificadas expectativas. Pese a todo, el turf y el élevage argentino no aflojan, siempre de la mano de ese sueño eterno de producir campeones.