A sus 22 años, el látigo inca es finalista del Eclipse Award en la categoría de Mejor Aprendiz de 2020, un logro que debe llenar de orgullo a la sudamericana

Por Néstor Obregón Rossi

Así no sea premiado como Mejor Aprendiz del Año 2020, Luis Cárdenas ya es todo un ganador. A sus 22 años, este muchacho nacido en Punta Negra ha llegado a un lugar privilegiado en el turf de los Estados Unidos y merece no solo los reconocimientos, sino la gratitud de los aficionados locales por hacer más conocida la hípica peruana en exterior.

“Cada vez que me entrevistan, digo que soy peruano. Estoy orgulloso de mis raíces y no olvido nunca mi niñez allá”, dice la joven promesa de la fusta peruana, que tuvo que viajar con su familia a los Estados Unidos, impulsado por la necesidad de un mejor futuro. “Mi padre, César, se vino primero a Estados Unidos y poco a poco fue trayendo a mi familia. Uno de los últimos en venir fui yo”, revela.

Ahora, con todo un 2020 lleno de éxitos, la nominación era algo que parecía lejana, pero no imposible. “Nunca me quitó el sueño. Yo aquí me propuse la meta de trabajar y trabajar para salir adelante. Si los premios venían como consecuencia de ello, bienvenido”, dice el jockey que tiene como agente a Paul Campo, nada menos que el mismo del jockey Eric Cancel, hoy en día el líder del hipódromo de Aqueduct.

El Eclipse Award

Hace un par de sábados, Luis Cárdenas se encontraba en el cuarto de jockeys alistándose para correr la primera carrera de Aqueduct, en Nueva York, aprovechando un cambio de monta.

“Estaba alistando las botas cuando los compañeros en el cuarto de jockeys me gritan y me dicen que estoy entre los nominados a Aprendiz del Año. No lo podía creer”, confiesa el jockey que a los minutos salió a correr esa primera carrera y perdió ahí nomás, ante un caballo montado por su amigo Eric Cancel. “Hubiera sido lindo ganarle”, nos dice.

Los Premios Eclipse son organizados por la Asociación Nacional de Purasangres de Carrera (NTRA, sus siglas en inglés) y premian anualmente a lo mejor de toda la industria hípica de los Estados Unidos en diversas categorías, incluyendo jinetes, preparadores, prensa y hasta caballos de salto.

Es el reconocimiento de la industria a quienes durante todo el año se esfuerzan en hacer de este deporte una verdadera atracción de masas. La edición de este año será virtual y se desarrollará el 28 de enero.

Llegar allí, en un medio tan competitivo es algo tan meritorio que trasciende el mercado estadounidense. 

De hecho, los medios de todo el mundo esperan anualmente atentos las nominaciones, debido a la trascendencia del premio. Es, como alguien bien lo comparó, como estar nominado al Oscar.

Formación

Luis Cárdenas no se formó en la Escuela Peruana de Jockeys, como tampoco lo hicieron otros talentos peruanos que prestigiaron (y prestigian) a la hípica nacional.

Pero eso no cuenta si se trata de hablar de personajes vinculados al turf local, que hacen patria lejos de su patria y que, mejor aun, nunca olvidan sus raíces.

“El gran recuerdo que tengo de Monterrico es estar en la tribuna y ver el debut de los aprendices de la Escuela. Tendría 8 o 9 años. Vi como los padres alentaban a sus hijos y esa imagen no se me borra. Allí decidí que quería ser jinete”, dice Luis Cárdenas, quien confiesa que no es amante de las redes sociales y los teléfonos de alta gama. “Venimos de una familia humilde, donde con mis amigos nos distraíamos jugando canicas y andando en chanclas”, recuerda con ese carisma especial.

El aprendiz a montar en una finca en Carolina del Sur. Luego regresó a New Jersey y empresó como galopador para Randi Persaud, Bruce Levine y Leah Gyarmati. Con un caballo entrenado por ella es que ganó su primera carrera.

“Yo corrió 3 carreras sin fortuna a finales del 2019. Pero el 10 de enero del 2020 es que llegó el primer triunfo con Solitary Gem. De ahí, he ahí el camino no ha sido fácil, pero lo vamos haciendo”, agrega.

Un total de 41 victorias, 51 segundos y 50 terceros puestos, todos el competitivo mercado neoyorquino, además de US$ 2,2 millones en premios generados para los dueños de caballos, es el primer gran resultado de Luis Cárdenas en una temporada. Más que suficiente para estar -con justicia- en la terna de los finalistas.

Pero decíamos que así no gane, ya es ganador. Haber llegado hasta aquí es un mérito enorme y el futuro que le espera es alentador.