El hijo de Fortify olvidó sus dos últimas labores para alcanzar una muy fácil victoria en La Plata

LA PLATA.- Después de un par de pasos en falso, Luk Joy recuperó la buena senda y retomó su pertenencia al grupo de los mejores milleros sobre pista de arena quedándose este martes con el Clásico 9 de Julio – Día de la Independencia (G3-1600 m), la prueba más importante que incluyó la jornada del martes feriado en el Bosque.

Sobre la misma pista y distancia en la que a comienzos de temporada había conseguido su primer triunfo trascendente en el Clásico Latinoamérica (G3), el hijo de Fortify y Shy Lunfarda (Shy Tom) no tuvo mayores problemas en adelantarse a un lote que voló algo más bajo de lo esperado.

Conducido por Eduardo Ortega Pavón, el pupilo de Enrique Martín Ferro se tomó las cosas con bastante tranquilidad, moviéndose cuarto durante la primera mitad del desarrollo, para sólo apurar el ritmo a medida que iba promediando la curva. Arrancó de firme en la recta y por los 200 metros ya estaba adelante, escapando de allí en más.

En el disco, Luk Joy terminó con 3 cuerpos de ventaja sobre Sadhus (Manipulator) y con 2 1/2 más con respecto a Barón Blue (Orpen), mientras el favorito Atiko Rye (Catcher In the Rye) finalizaba cuarto a la cabeza, todo tras muy buenos 1m36s16/100 sobre cancha normal.

Indudable a esta altura la calidad del defensor de la caballeriza Urquiza, cuya cuenta pendiente es encontrar algo de regularidad. Ha sido usual a lo largo de su campaña que tras una actuación convincente bajara la guardia de forma inesperada. Le pasó después de escoltar a Grecko (Not for Sale) en el Juvenile Fillies (G1) de las Estrellas, tras quedarse con el mencionado Latinoamérica o luego de su ajustada derrota ante Bamb Harlan (Harlan’s Holiday) en el Benito Villanueva (G2). 

Criado por el Haras La Biznaga, Luk Joy es el undécimo producto de la generosísima Shy Lunfarda, que sobresalió también de la mano de Dale Lunfa (Dalhart), vencedora en el Gran Premio Estrellas Juvenile Fillies (G1) y también prolífica en el haras.

La familia del ganador del 9 de Julio platense encontró amplio desarrollo en el Haras El Pelado, justamente, donde nació La Charlatana, abuela de Luk Joy. Por Kasteel, ganó 5 carreras, incluido el Gran Premio de Potrancas (G1) y varios clásicos más, para luego ser madre en La Biznaga con excelente resultado. La Charlatana es propia hermana del estupendo velocista El Charlatán, héroe en el Gran Premio Ciudad de La Plata (G1), y también de Diablo Azul, que encontró discos clásicos en el Bosque. Ya más abajo aparecen “en el papel” caballos del tenor de Fox Red (Redtop) o Pepe Talk (Confidential Talk).

Luk Joy totaliza ahora 4 triunfos al cabo de 12 presentaciones, ya con 1.950.200 pesos en premios. Es parte del grupo de los más destacados milleros en la arena, en La Plata o en Palermo, y ya con cuatro años atravesará tiempos de mayor madurez y que, seguramente, le permitirán consolidar esa imagen indudable pero que no tiene la regularidad que entre su gente esperan conseguir en el corto plazo.