El hijo de Le Blues superó por 1 1/2 cuerpo a Queen Liz, que se despidió de las pistas con otra actuación notable

No hay margen para la duda. El mejor velocista de la temporada se llama Luthier Blues y lo confirmó abriendo la serie internacional del sábado en el Hipódromo de San Isidro con una terminante victoria en el Gran Premio Félix de Alzaga Unzué (G1-1000 m), ampliando su dominio al césped y manteniendo su invicto durante el segundo semestre, ganando en cada una de sus 5 salidas.

Previo héroe del Gran Premio Maipú (G1), en la arena de Palermo, el hijo de Le Blues fue una tromba por el césped de la pista para tomarse revancha de una yegua estupenda como Queen Liz (Lizard Island), que lo había vencido cuando se midieron a mitad de temporada en el Gran Premio Estrellas Sprint (G1) y que tuvo una despedida de las pistas a tono con su soberbia campaña.

Conducido por Brian Enrique, Luthier Blues corrió de menor a mayor, se fue arrimando a partir de los 500 metros y ya por los 200 podía adivinarse como terminaría la historia. Queen Liz intentó bien abierta dar pelea, pero su esfuerzo fue estéril, terminando como escolta a 1 1/2 cuerpo del ganador, aunque 3/4 por delante de la potranca Senegalesca (Sebi Halo), que completó el 1-3 del Haras El Paraíso como criador, ratificando su potencia. Cerquita, Che Maga (Violence), Hit Empeñoso (Hit It a Bomb) y la 3 años Hit Time (Hit It a Bomb) completaron el marcador, con 2 machos y 4 hembras. Los estupendos 54s58/100 que marcó el crédito del Stud Kirby’s son reflejo de lo competitivo que resultó el Unzué.

Con casi 550 kilos y un físico estupendo, Luthier Blues no ha hecho más que mejorar en los últimos meses, en un trabajo destacado por parte de Gonzalo Sarno, su entrenador. Ahora su récord habla de 9 victorias en 15 salidas y sin haber llegado más allá del cuarto puesto nunca, habiendo superado los 10 millones de pesos en premios.

En el internacional de la recta Luthier Blues encontró la consagración, confimó que es igual de peligroso en la arena como en el césped y se ganó sin derecho a ningún tipo de discusión el título de Campeón Velocista de la temporada. Bien merecido está.