La potranca del Stud RDI luchó con la favorita Mery Laurent adelante y arriba controló por el pescuezo la carga de Duda Bye

LA PLATA.- Agnes Gold en la columna del padre, RDI en la de caballerizas, el apellido Gaitán en la de cuidadores… Nada puede salir mal. El equipo volvió a hacer ruido, ahora con Maggie May alcanzando su mejor victoria en el siempre trascendente Clásico Joaquín V. Maqueda (G3), corrido sobre 1400 metros en la cancha de arena normal del Bosque.

Capaz de rendir en igual nivel en cualquier superficie o trazado, la potranca ratificó todo lo bueno que venía de mostrar cuando hace algunas semanas hizo galope largo en una alternativa del norte, tomando envión para este exitoso retorno al plano clásico, ese que ya había transitado con excelentes resultados durante 2022, llevándose el Bayakoa (L) sobre el césped de San Isidro y llegando segunda en el Clásico Carlos P. Rodríguez (G3) y tercera en el Gran Premio Estrellas Juvenile (G1).

Le sobró actitud a Maggie May, que rápidamente le fue a poner presión a la puntera y favorita Mery Laurent (Angiolo), pasando casi juntas los 400 metros iniciales en 24s28/100 y acelerando un poquito en el segundo parcial, dejando atrás las 8 cuadras en 57s51/100.

Una vez en la recta, intentó disparar por dentro Mery Laurent, pero Maggie May lanzó su estocada final, pasó al frente y arriba agregó clase a su performance para contener por el pescuezo la atropellada de Duda Bye (Amero), que casi saca provecho del desarrollo.

Mery Laurent, que venía de 4 triunfos consecutivos, volvió a cortar la serie en el Maqueda, repitiendo una circunstancia idéntica que vivió en esta misma prueba hace 12 meses. Fue tercera a 3 cuerpos, y seguro pronto vuelve en busca de revancha.

Maggie May contó con una conducción acertada por parte de Gonzalo Borda, y fue presentada por Nicolás Gaitán, con Alfredo a su lado. En 1m23s42/100 resolvió una carrera dura, llegó a su cuarto festejo en 9 salidas -todos sobre 1400 metros- y da señales de que la madurez está haciendo efecto y que lo mejor de su parte está por venir, incluso, pensando en conquistar la milla, un terreno todavía inexpugnable para ella.