El hijo de Equal Stripes fue una aplanadora cuando tomó la mitad de la cancha en la recta y se quedó con el Classic más antiguo

Por tercera vez en los últimos cuatro años -y sexta en toda su carrera- un potrillo preparado por Carlos D. Etchechoury ganó el Gran Premio Jockey Club (G1-2000 m, césped), el Classic más antiguo del calendario nacional e histórica segunda etapa de la Triple Corona. Como en 2017 con Village King (Campanologist) y como en 2019 con Roman Joy (Fortify), el sensacional preparador dio forma a un trabajo fantástico, ahora con el ascendente Marignac como nexo.

El zaino de Las Monjitas, que después de llegar tercero en su debut había salido de perdedor 29 días atrás, fue implacable cuando tomó la mitad de la cancha en el derecho, arrancó con mucha fuerza y tras dominar por los 300 metros le puso candado a su consagratorio triunfo con un remate soberbio, que impidió que la carga de Cool Day (John F Kennedy), uno de los outsiders, lo pusiera en aprietos.

Algunas veces no alcanza sólo con ser superior, también se necesita un desarrollo ideal y que otros rivales bravos vuelen más bajo. Ese cóctel, que no le saca mérito en absoluto, disfrutó el potrillo. Adrián Giannetti en sus riendas aprovechó toda su clase para relajarlo lejos en el comienzo mientras adelante salían peleando Expensive Gift (Cosmic Trigger) y Onur (Indy Point); no venían rápido, pero la propia porfía desgasta.

Desentendidos, Marignac y Giannetti los vigilaban desde atrás y por dentro, sin perder un metro. Al promediar el codo se produjo un hueco entre los de adelante y los que se movían en el fondo y por allí el jockey buscó el centro del terreno con su potrillo ni bien llegó el derecho, dejando todo servido en un sólo movimiento. El resto fue obra de la potencia del ganador, que con brazadas repletas de fuerza dominó a todos y les dijo adiós.

Cool Day se arrimó bastante, pero debió conformarse con terminar como escolta desde 1 1/2 cuerpo, con Lord Rosellion (Le Blues) dándole el 1-3 a Dany, pero a 4 cuerpos; a media cabeza y media cabeza, Sharkan (Treasure Beach) y Seteado Joy (Fortify) fueron cuarto y quinto, respectivamente, ambos, quizás, sintiendo el desgaste de haber corrido en nada de tiempo las Estrellas, la Polla y el Jockey Club. Don Ringo (Most Improved), el favorito y la carta más potente en la previa para Carlos D. Etchechoury de las tres que se presentaba, fue sólo séptimo, apagado. Todo transcurrió tras 2m42/100.

En este 2020 raro, complicado, el hijo de Equal Stripes y Marina Romea (Orpen), tomó la posta que dejó Top One City (Cityscape) -el ganador de la Polla (G1)- con su ausencia y se ubicó al tope de un ranking desordenado y que seguirá siendo difícil de medir por varios meses más.

El proceso selectivo, por decisión dirigencial, entró en una montaña rusa brava de transitar, apurando todo, dejando a la gran mayoría de la generación afuera y complicándole la vida a la potrillada y a los entrenadores, forzando la máquina de más y, quizás, sacando del camino nombres interesantes que bajo condiciones bien distintas y un desarrollo lógico de sus habilidades podrían dar mucho más.

Marignac tuvo la carrera perfecta en el Jockey Club y no dejó pasar la oportunidad, proyectándose hacia los primeros planos con el aporte irrefutable de un entrenador que la historia del turf nacional ya incluyó hace mucho tiempo en sus libros.

Suena difícil vaya ahora por el Nacional (G1), cuando en pocos días se cierre la Triple Corona en Palermo; da la sensación de que el Carlos Pellegrini (G1) será el objetivo. Más allá de donde apunte, Las Monjitas tiene un potrillo para soñar, bueno, con proyección.

Diego H. Mitagstein