El veterinario operó por un cólico a la invicta cuando aún no había debutado en las pistas, en marzo de 2018

Detrás de todo gran triunfo siempre hay una gran historia. Y el que alcanzó La Renoleta en el Gran Premio Estrellas Distaff (G1) del último sábado en el Hipódromo Argentino de Palermo responde por completo a esa máxima. Más allá de que haya sido vendida en entrenamiento por un dinero que hoy resultaría insignificante, el hecho de que haya podido superar un cólico cuando aún no había debutado no es un dato menor.

Cuando pocos sabían de su existencia, y aún era propiedad del Stud Juan Antonio, la hija de Treasure Beach debió luchar por su vida ese 2 de marzo de 2018 cuando fue operada por Mauro Verna en el Centro Veterinario del Hipódromo de San Isidro.

Recibido en 1999 con Medalla de Honor en la Universidad Nacional de La Plata, y con una especialización en cirugía en los Estados Unidos, el pampeano dice: “Comenzó con un cuadro de cólico a las 5 de la mañana, y cuando la vimos al llegar al stud estaba con mucho dolor y sin responder a los tratamientos básicos, por eso sugerí internarla para su monitoreo. Si no se hubiera dado ese paso, vaya a saber uno qué hubiera sido de su vida”.

Para el veterinario, hoy dedicado prácticamente de tiempo completo al quirófano, “La sobre vida de los caballos en este tipo de casos mejoró por la derivación temprana. Antes quizás se estiraba la situación esperando que salieran del cuadro, y entonces era mucho más difícil recuperarse cuando luego eran intervenidos. En el caso de La Renoleta, tenía una obstrucción en el colon menor de algo que había comido evidentemente un tiempo antes. Se la operó, se sacó y luego ya se vacía la zona y se sutura. Generalmente, en esos estadios, no hay complicaciones posteriores.

Tras la intervención, La Renoleta permaneció internada por 10 días y luego fue enviada al campo a descansar, continuando la historia hasta llegar a su triunfo en el Distaff, cambio de manos mediante.

El cólico es un trastorno de los más comunes en los SPC. Suma Mauro, ya haciendo docencia: “El 95 por ciento de los casos salen adelante con tratamientos normal, es decir, aplicando Banamine, Xilaxina y fluído terapia. Lo recomendable es no retrasar una intervención si la situación no mejora, lo que puede hacer llegar el peor final o transformar todo en más complicado y también más caro. No hay que tener miedo, el abdomen a los 60 días vuelve a o normal y el entrenamiento se retoma en el corto plazo. Un estudio en Estados Unidos indica que el 70 por ciento de los caballos operados de cólico vuelven a las pistas sin un cambio en su nivel. Tampoco hay un tema de edad que puede ayudar o complicar en la situación”.

En el quirófano Verna trabaja con un equipo chico, de no más de 4 ó 5 personas, entre anestesistas y asistentes, y reconoce: “El cólico es impredecible y te pueden llamar para atenderlo cuando estás cenando en tu casa con tu señora”. No fue el caso de La Renoleta, aunque la decisión de Verna de internarla y, posteriormente, operarla, fue fundamental para que la zaina tuviera la oportunidad de convertirse en la notable yegua que es hoy…