El campeón argentino terminó sólo noveno en el William L. McKnight Stakes (G3) de Gulfstream Park

HALLANDALE BEACH, Miami (Especial para Turf Diario).- Después de aquella esperanzadora actuación en Keeneland, cuando quedó segundo en el Thoroughbred Aftercare Alliance Stakes (G2), cayendo en los metros finales ante Rocketry (Hard Spun), para el campeón argentino Miriñaque todo volvió a ponerse cuesta arriba. 

Fue una señal negativa su muy pobre labor de hace un mes en el Queens County Stakes (L) de Aqueduct, y tampoco conformó el pobre paso del tordillo en el William L. McNight Stakes (G3-2400 m, césped) del sábado último en Gulfstream Park, durante la jornada de la Pegasus World Cup (G1).

Con Edgard Zayas estrenándose en sus riendas, el Caballo del Año 2019 en Argentina entusiasmó hasta la curva final, donde comenzó a perder fuerzas y posiciones. Ya en el derecho, pese a que luchó por la parte interna de la pista, nada pudo hacer para recuperarse y finalmente terminó sólo noveno, delante de 2 oponentes y a 10 1/4 cuerpos de Tide of the Sea (English Channel), que por 3/4 de cuerpo y medio largo postergó a Temple (Temple City) y al favorito Doswell (Giant’s Causway), en un final bien entretenido.

Después de su labor aquí, la ilusión de viajar con Miriñaque para correr alguna de las pruebas del mitín del mes próximo en Arabia Saudita parece haberse hecho trizas. Tras dos labores tan bajas, parecería una utopía embarcarlo en cruzar el mundo para un esfuerzo que, al menos por ahora, parecería estar fuera de sus posibilidades.

El tordillo corrió a muy poco de haber llegado a los Estados Unidos y, al margen de ese segundo en Keeneland, sus otras 4 labores estuvieron muy lejos de ser satisfactorias. Quizás lo mejor sería darle un descanso de algunos meses, permitirle recuperarse del stress y de la competencia y volver al ruedo ya pensando en objetivos más a la mano, de menor a mayor. El campeón seguro sabrá como “volver”.