El Caballo del Año de 2019 terminó octavo y anteúltimo en el Hagyard Fayette Stakes (G2) de Keeneland, a 12 1/2 cuerpos de Mr. Freeze

LEXINGTON, Kentucky (Especial para Turf Diario).- Las cosas no están saliendo bien con Miriñaque en las pistas de los Estados Unidos. El Caballo del Año de 2019 en Argentina sumó este sábado en la arena de Keeneland su segundo fracaso consecutivo y no hay señales todavía para mirar el futuro con optimismo. Después de llegar lejos en su presentación aquí cuando sin aclimatación corrió el Pacific Classic (G1) en Del Mar, el tordillo cruzó más de medio país para bajar un tanto en las exigencias animando el Hagyard Fayette Stakes (G2), sobre 1800 metros.

Y, como hace algunas semanas, el hijo de Hurricane Cat no tuvo fuerza, dejó de ser rival demasiado temprano y terminó de los últimos. Esta vez el marcador lo ubicó octavo, delante de apenas un rival y a 12 1/2 cuerpos de Mr Freeze (To Honor and Serve), el ganador, que aprovechó al máximo la ausencia de Tax (Arch), el máximo candidato en los papeles.

Con Gerardo Corrales en sus riendas, Miriñaque trastabilló en la partida y rápidamente quedó último, una posición que sólo conseguiría abandonar ante el quedo de Mo Mosa (Uncle Mo), que cerró la marcha. Nunca respondió el ganador de la Polla (G1) y del Nacional (G1) de la temporada anterior, incluso costándole seguir el ritmo pese a los parciales moderados de 24s, 49s6/100 y 1m13s45/100 que se dieron.

Se dice que la intención ahora con el pupilo de María Muñoz sería correr el Marathon Stakes (G2) -ahora conocido como The Thoroughbred Aftecare Alliance Stakes- el día de la Breeders’ Cup, otra vez en Keeneland; al menos, ese era el plan. Sin embargo, después de verlo correr por segunda vez en la Unión, su gestión no invita precisamente a pensar que en 3 semanas puede haber una recuperación y en una carrera exigente, sobre 2800 metros.

Miriñaque no levanta cabeza en los Estados Unidos, aunque al campeón habrá que seguir dejándole una puerta abierta.