El hijo de Drosselmeyer alcanzó el triunfo más importante de su campaña; el argentino Pichonaister, último

LIMA, Perú (Especial para Turf Diario).- Sí que le costó a Yarek (USA-Drosselmeyer) poder ganarle a Barbón (Badge Of Silver) en el Clásico Comercio (G3-2300 m), la central de este domingo en Monterrico. El potrillo porfió toda la recta final y solamente en la última cuadra pudo quebrar al aguerrido todoterreno del Myrna para conseguir su primer éxito clásico y empezar a probarse el traje de líder entre los fondistas de nuestro medio.

Es cierto, también, que el desarrollo no jugó a su favor. En un lote de solo tres competidores y con un puntero declarado como el argentino Pichonaister (Stay Thirsty) se apelaba más a la estrategia que al propio tren de carrera. Trujillo optó por salir rápido con Yarek y ubicarlo segundo al inicio de la carrera, cuidándose más del accionar de Barbón que del puntero.

Pero ya cuando llegaron a la recta de los establos, Víctor Salazar decidió presionar un poco más con Barbón y se fue sobre sus dos adversarios. Trujillo decidió no aceptar la invitación de acelerar la marcha y dejó pasar a su principal rival, guardando las energías de su conducido.

En ese orden, la carrera entró en un ritmo normal de competencia, con un puntero tratando de manejar las cosas, teniendo al ‘maestro’ Talaverano armando el ritmo a su antojo. Pero Barbón le tiró encima toda su superioridad en los 700 metros finales y ya era poco lo que el puntero podía hacer.

Fue allí cuando Trujillo decidió también atacar y empezar a definir con el valiente pupilo de Jorge Salas. En la recta, ya sin Pichonaister como rival, la carrera quedó reducida a un match. Barbón defendiéndose como líder y enrumbando a una victoria que borre sus dos últimas derrotas en la media distancia; y Yarek persiguiendo el primer éxito de nivel en su campaña.

Ni la diferencia de kilos (60 de Barbón vs 54.5 de Yarek), ni la edad (6 años de Barbón vs 3 de Yarek) fueron determinantes en el resultado. Hubo que poner más. El pupilo del Soribel se esforzó ante la energía de su jinete y recién en los 100 metros finales pudo encontrar resultado. Terminó doblegando al múltiple ganador clásico y le sacó poco más de un cuerpo.

Una final que, sin duda, merece revancha, aunque lo más probable es que se realice en una distancia que ya no sea tan cómoda para Yarek o más conveniente para Barbón, como quieran verlo. Lo cierto es que ambos se tendrán que ver las caras otra vez y los finales prometen ser igual de intensos.

Néstor Obregón Rossi

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