Hijo de Dansili y la notable Mahbooba (Galileo), y ganador de G3 en Inglaterra, servirá desde 2021 en la cabaña en convenio con el Sheikh Mohammed Bin Khalifa Al Maktoum
Criar caballos de carrera debe de ser una de las cosas más difíciles de todas. Y ni que hablar si la idea es sacar caballos de los buenos. Las variantes para llegar al objetivo son enormes, múltiples, y deben conjugarse de manera perfecta para que el producto final sea el deseado.
El trabajo es de todos los días y en todas las áreas, nada puede fallar en ese transitar. Que una yegua se preñe produce felicidad, cualquier nacimiento es motivo de orgullo, pero quizás si se les pregunta a los propietarios de los haras, uno de los momentos más cautivantes de todos es la llegada de un nuevo padrillo.
El padrillo no lo es todo, pero sí lo es mucho, muchísimo. ¿Escucharon la frase que un padrillo hace un haras o funde un haras? Bueno, tiene mucho de cierto. Es un rubro donde el sentimiento y la esperanza deben mezclarse sin oposición con la razón, porque llegado el momento hay que ser frío para entregarse al fracaso o trabajar el éxito.
Para una cabaña invertir en padrillos es apostar al futuro, dibujar el lo que vendrá. No es fácil ni barato cuando se busca llenar las tres cualidades requeridas para que un caballo llegue a prestar servicio en una cabaña: pedigree, físico y campaña. En realidad, para algunos es fácil, los que tienen mucho dinero, pero los que están en esta parte del mundo deben buscar y buscar para mezclar aquellas condiciones ideales con lo que el bolsillo permita.
Líder en los últimos años, y actualmente al tope en la estadística de haras, El Paraíso entró esta semana en modo Mootasadir, el nombre del nuevo padrillo que acompañará en el establecimiento de Victoria Pueyrredón y Pablo Duggan a los ya consagrados Angiolo (Grand Reward), Le Blues (Roman Ruler), Incurable Optimist (Cure the Blues) y Master of Hounds (Kingmambo), al prometedor Il Campione (Scat Daddy) y a la esperanza de Galán de Cine (Successful Appeal).
Como en el caso de Master of Hounds, Mootasadir arribó esta semana al campo de Estación La Luisa tras un convenio con el Sheikh Mohammed Bin Khalifa Al Maktoum, propietario de intereses en Argentina y con el que ya se comparte el desarrollo de Master of Hounds.
Por el notable Dansili, uno de los mejores continuadores de la línea de Danehill (Danzig), Mootasadir cumplió una breve e interesante campaña en Irlanda e Inglaterra, ganando en 6 de sus 8 primeras presentaciones, sobre un total de 14 salidas, compitiendo también los Estados Unidos y los Emiratos Arabes Unidos, totalizando premios por109.639 libras.
De pelo zaino, ganó debutando a los 3 años en la pista sintética de Chelmsford, sobre una milla, para a las dos semanas repetir en Wolverhampton, también en terreno artificial, aunque ahora sobre 1900 metros. Tras un cuarto en Doncaster, reprisó en Newmarket para, de inmediato, vencer en un interesante handicap en Kempton, otra vez en all weather, venciendo a renglón seguido en el Recruit Island Diamond Stakes (G3) de Dundalk, batiendo a Global Giant (Shamardal).
Tras un período de descanso, volvió imponiéndose en Wolverhampton sobre 2400 metros y luego sumar el Matchbook Magnolia Stakes (L). Se le animó al mismísimo Stradivarius (Sea the Stars) en el Matchbook Yorkshire Cup Stakes (G2), llegando sexto y en otra buena labor fue escolta de Royal Line (Dubawi) en el Sun Racing September Stakes (G3) de Kempton.
Mootasadir tiene una pata genética fuerte, no sólo por ser hijo de Dansili, sino porque su madre es un yegua de carreras formidable como Mahbooba (Galileo), Campeón 2 Años Hembra en Sudáfrica, donde ganó el Golden Slipper (G1) y el The Debutante (G2), además de haber vencido en el Balanchine Stakes (G2) de Meydan, en Emiratos Arabes Unidos, y que también produjo a Dubai Warrior (Dansili), ganador del Winter Derby Stakes (G3), del Quebec Stakes (L) y del Churchill Stakes (L).
Entusiasmada, cuenta Victoria Duggan: “La idea es lograr ofrecerle la mejor oportunidad para mostrar su potencial y que llegue a ser un padrillo líder en la Argentina. No hará shuttle y la idea es que preste servicios de por vida acá. La madre es excelente, una muy buena yegua y por Galileo, y además ya produjo otro buen caballo, sin olvidar que fue Campeón 2 Años Hembra en Sudáfrica”.
Con la llegada de Mootasadir, el Haras El Paraíso vuelve a apostar a un caballo de menor explosión y mayor capacidad para las distancias intermedias y largas, luego de la inyección de velocidad que le dieron llegadas como las de los mencionados Angiolo y Le Blues, sin olvidar el aporte super significativo que realizó Sebi Halo. Está claro que la idea es buscar el mix perfecto.
Llegó Mootasadir a El Paraíso. Ya está en el campo de La Luisa la nueva esperanza de una cabaña de las más antiguas y exitosas del país. Que no deja de apostar, de generar trabajo y de pensar en el futuro, con la pasión como bandera y la convicción de que siempre hay mucho más por venir…