La ganadora de las 1000 Guineas (G1) inglesas impuso ahora todo su talento para quedarse con el Prix Rothschild (G1), en Deauville

DEAUVILLE, Francia (Especial para Turf Diario).- La cosecha de Coolmore y Aidan O’Brien aquí esta temporada sumó un nuevo capítulo de los más fuertes este martes con la gran victoria de la consistente Mother Earth en el Prix Rothschiled (G1), disputado sobre una milla en el césped blando de Deauville.

La hija de Zoffany se viene convirtiendo en un estandarte para la casa irlandesa, demostrando una evolución por demás interesante con respecto a lo mucho y positivo que ya había mostrado en su ajetreada campaña como dos años. Ganadora de las QIPCO 1000 Guineas (G1) en su primera salida de 2021, fue luego segunda en la Poule D’Essai des Pouliches (G1) de ParisLongchamp, tercera de la notable Alcohol Free (No Nay Never) en el Coronation Stakes (G1) de Royal Ascot y segunda de la tordilla Snow Lantern (Frankel) en el Tattersalls Falmouth Stakes (G1) del festival de julio e Newmarket, volviendo ahora a subir al más alto de los pedestales.

Con Ryan Moore viajando especialmente para conducirla, Mother Earth echó mano a toda su calidad y valentía para sacar adelante un cierre donde sobró la emoción y en el que las siete primeras clasificadas llegaron separadas por apenas 2 cuerpos.

Evidentmente la milla de recta es un fuerte para la potranca, que tuvo en su jockey una pieza fundamental para mantenerla siempre libre de estorbos y, cuando lo necesitó, aplicar el rigor necesario para que se mantuviera adelante, llegando a la meta con cabeza, media cabeza  y media cabeza de ventaja sobre Sagamiyra (Sea the Moon), Speak of the Devil (Wootton Bassett) y Rougir (Territories), todas batallando hasta la misma meta. El tiempo de 1m35s81/100 fue excelente, teniendo en cuenta las condiciones del terreno.

“No tuve el mejor desarrollo, y debí mover un poco antes de lo esperado para no quedar cubierto. Después mostró mucha bravura para mantenerse adelante”, contó Moore, feliz. O’Brien, por su parte, sumó: “Es muy profesional para correr, porque se acomoda, se relaja y después acelera. Ahora seguramente se quedará en la milla y un objetivo podría ser el Prix Jacques-Le-Marois (G1)”.

Para el cuidador y Coolmore Francia fue destino de grandes festejos esta temporada, habiendo ganado la Poule D’Essai des Poulains (G1) y el Prix du Jockey Club (G1), el Prix de Diane (G1) y el Grande Prix de Saint-Cloud… Y al año todavía le quedan varios meses…