En Cidade Jardim, San Pablo, la venció en el Grande Premio P. Fabio da Silva Prado (G3)

SAN PABLO, Brasil (Especial para Turf Diario).- El ascenso de Muguruza encontró este sábado sobre el césped de Cidade Jardim su mejor triunfo. Ocurrió en el Grande Premio Prefeito Fabio da Silva Prado (G2), la prueba más importante del fin de semana aquí. Después de haber escoltado a Fast Jet Court (Courtier) en el Grande Premio Presidente Luiz Oliveira de Barros (G3), la hija del generoso Alcorano y Pontallmagne (King Charlemagne) se tomó revancha de Happy Party (Adriano), que la había doblegado por 3/4 de cuerpo cuando a fines de enero último se midieron en el Grande Premio Presidente Hernani Azevedo Silva (G2), aquí, pero con una milla de recorrido.

Indudablemente el aumento de la distancia jugó en favor de la defensora del Stud Casablanca, que se sintió a sus anchas para batir por cómodos 3 1/2 cuerpos a la favorita, con Saxshow (Agnes Gold) completando la trifecta a 3 3/4 largos más, todo en buenos 2m940 sobre pista ligera.

De andar algo irregular en la primera parte de su campaña, Muguruza encontró su mejor forma cuando llegó a manos del preparador Valter dos Santos Lópes, con el que despegó en la categoría, saltando ahora de rendir bien en la media distancia para afirmarse en el medio fondo.

La jornada paulista involucró otra carrera divertida como el Clássico Presidente Eduardo da Rocha Azevedo (L-1300 m, arena), para productos de 2 años, donde el prometedor Assemble ofreció una labor realmente impresionante. Con Bruno Queiroz en sus riendas, el vástago de Crafty C.T. partió al frente y ofreció lo mejor de su repertorio en la recta final, empezando a abrir ventajas sobre sus únicos 4 rivales con autoridad hasta cruzar el disco con 10 1/4 cuerpos de ventaja sobre Alabama Rush (Qué Fenómeno), en espectaculares 1m16s20/100.

Fue el primer triunfo en la campaña del crédito del Stud Natural Energy, que había sido tercero debutando en la arena para luego quedar cuarto sobre el pasto pesado. Su regreso a la tierra lo mostró a sus anchas, y habrá que seguirlo de cerca.