Entrenado por Bob Baffert, y tras sufrir problemas al nacer, fue 5 veces ganador de G1 y padre de 3 vencedores en el máximo nivel

PILOT POINT, Texas (Especial para Turf Diario).- Muchos especialistas no dudan en establecer al pequeño Arazi (Blushing Groom) como uno de los mejores dos años de la historia del turf mundial. Primero con los colores de Allen Paulson, y luego en sociedad con el Sheikh Mohammed, fue Campeón en Europa y los Estados Unidos en la misma temporada, producto de un 1992 en el que fue capaz de ganar el Prix Morny (G1) en Francia, y el Breeders’ Cup Juvenile (G1) en el norte.

En la cría Arazi no respondió a pleno, de hecho sirvió en Japón, Australia, Inglaterra, los Estados Unidos y hasta en Suiza, hasta quedar radicado y retirado de la reproducción en el Independent Stallions australiano, donde actualmente reside. Pese a ese “fracaso” en general, sí tuvo la posibilidad de ser padre de un caballo de condiciones realmente sensacionales y que, además, atraía por su belleza física: Congaree. Alazán, como Arazi, cumplió una campaña formidable en las pistas, llegando luego a la cabaña para también dar la nota.

Congaree, que tenía 22 años, fue sacrificado por enfermedades propias de su avanzada edad el 22 de noviembre último en el Valor Farm de esta ciudad, donde estaba retirado desde hacía apenas unos meses, aunque la noticia sólo vio la luz ahora.

La historia de Congaree es bastante singular, pues fue una de las piezas que Bob y Janice McNair reservador de su Stonerside Stable cuando en 2008 vendieron su cabaña al Sheikh Mohammed para así poderle dedicar mayor tiempo a Houston Texans, la franquicia de la National Football League de la que aún hoy son propietarios.

Congaree sobrevivió a un parto muy complicado, naciendo con pocos kilos y obligado a pasar mucho tiempo en un box por haberse fracturado algunas costillas, lo que rápidamente hizo que se transformara en uno de los preferidos para el personal del Stonerside. La propia Janice McNair recuerda ir a Kentucky para darle las tradicionales mentitas.

Preparado por Bob Baffer, el hijo de Mari’s Sheba (Mari’s Book) fue un pingo, corriendo en 25 oportunidades entre los 2 y los 6 años, redondeando una campaña de altísimo vuelo. A los 3 años ganó el Swaps Stakes (G1) y el Wood Memorial (G2), pero además fue tercero en el Kentucky Derby (G1), en el Preakness Stakes (G1) y en el Jim Dandy (G1).

La temporada siguiente volvió entero para sumar el Cigar Mile Handicap (G1), el Del Mar Breeders’ Cup Handicap (G2) y el Lone Star Park Handicap (G3), además de terminar tercero en el San Diego Handicap (G2). Pero lo mejor de su parte llegó a los 5 años, en 2003, cuando se impuso en el Carter Handicap (G1), en la Hollywood Gold Cup (G1), en el Cigar Mile Handicap, en el San Antonio Handicap (G2) y en el San Pasqual Handicap (G2), además de llegar como escolta en el Santa Anita Handicap (G1) y en el Kentucky Cup Classic.

En total, se impuso en 12 de sus actuaciones, totalizando en premios nada menos que 3.267.490 dólares para comenzar en 2005 su campaña en la reproducción desde el Adena Springs. Para 2010 se mudaría al Highcliff Farm, en 2013 llegó al Mill Creek Farm en New York y en 2016 prestó servicio en la sucursal texana de Lane’s End. Para 2017 recién haría pie en el Valor Farm, donde pasaría el resto de su vida.

“Congaree fue un caballo especial, con el que estoy muy agradecida por todos los recuerdos que nos dejó. Fue único, y con la más amorosa de las personalidades. Fue sin dudas el caballo de nuestras vidas para todos nosotros”, comentó Janice McNair. Baffert, en tanto, recordó: “Ya habíamos entrenado a Chilukki (Cherokee Run) para ellos, pero fue con Congaree que tuvimos el placer enorme de conocer a toda su maravillosa familia. Era muy veloz, pero también capaz de llevar esa cualidad más lejos. Su performance en el Kentucky Derby fue impresionante, porque vino muy fuerte y nunca detuvo su marcha. La Hollywood Gold Cup también está en mi memoria con una actuación destacada, destruyendo a sus rivales”.

En la reproducción, Congaree produjo al campeón irlandés Maoineach y a los G1 Jeranimo, Don’Tell Sophia y Killer Graces. Como abuelo materno, en tanto, se destacan Homerique, New Treasure y Tomás Gabriel, campeón en Panamá. En Argentina llegaron algunas de sus crías y que luego fueron dedicadas a la reproducción, produciendo cuatro ganadores.