El hijo de Storm Surge se reencontró con los triunfos importantes y se llevó el Chapar

Dicen que la calidad siempre está ahí. Que a veces puede haber circunstancias o cuestiones que la retengan un tanto, pero que “no se olvida”. Pasaron más de 2 años desde que Nacho Surge daba sus mejores funciones, ganando en Palermo el Gran Premio de las Américas (G1) y arrimando en cuanto carrera corría. Después de un tiempo largo fuera de las marquesinas, a sus 6 años, el hijo de Storm Surge volvió este sábado a los primeros planos.

Fue en el Clásico Pedro Chapar (G3-1400 m, césped), donde, pegadito a los palos, ofreció un recital hermoso en el derecho, recordando aquellas tardes de gloria y volviendo a lucirse, a ser figura, a ganarse los titulares de los medios. Para el zaino atendido por Eduardo Accosano fue un volver a vivir su victoria por 5 cuerpos sobre el ascendente 3 años Jobetto (Safety Check), que le dio ilusiones grandes de nuevo hacia la parte final de la temporada.

Heavy Love (Manipulator) cargó para ser tercero a 1 1/2 largo del escolta, con otros rindiendo poco, tales los caos de Sonny Bill (Portal del Alto), a la postre quinto, y Onur (Indy Point) que vino un ratito adelante y después se desinfló hasta terminar anteúltimo; pareciera que el pasto no es su tema.

Fue de libro la conducción de Iván Monasterolo sobre un Nacho Surge que resurgió a base de su calidad, esa que no se olvida, aunque a veces parezca perdida…