El hijo de Catcher In the Rye, que había caído ante el gran favorito en el Montevideo y las Estrellas, se tomó revancha, le ganó por medio cuerpo y le dio un tono distinto al proceso selectivo

La tercera fue la vencida para Niño Guapo, que después de caer en los grandes premios Montevideo (G1) y Estrellas Juvenile (G1) ante Subsanador (Fortify), pudo tomarse revancha doblegándolo en el Clásico Miguel Cané (G2-1600 m, arena húmeda), el último paso previo al inico de la Triple Corona nacional y prueba más trascendente de la importante jornada que se realizó el sábado último en el Hipódromo de Palermo.

El margen de 1 cuerpo que los había separado en el primer enfrentamiento entre ambos, se había ampliado a 5 1/2 para el día de las Estrellas, y de allí que parecía difícil que el potrillo del Stud Garabo pudiera aspirar al desquite. Sin embargo, mostrando adelantos de su parte, y con un favorito volando bastante más bajo de lo previsto, las chapas cambiaron de orden y ahora la Polla luce más abierta.

Roberto Pellegatta y Juan Saldivia, la dupla de preparadores que tiene a su cargo al hijo de Catcher In the Rye siempre opinaron que en mayores distancias se sentiría más cómodo, concepto que en un tiempo podrá tenerse más claro. Y se notó el trabajo de mañana para darle mayor velocidad, para hacerlo más protagonista.

Allí estuvo la clave de la carrera, pues William Pereyra (en una racha clásica tremenda…) siempre lo trajo afirmado, moviéndolo para que no se desconcentrara ni le perdiera pisada al puntero Es de Temer (Il Campione), encimándolo ya en la mitad de la curva. Eduardo Ortega Pavón, en las riendas de Subsanador, se dio cuenta donde estaba el peligro y por los 900 metros ya empezó a arrimarse, y esta vez los dos llegaron juntos a la recta.

Siempre con Niño Guapo adelante, y abriéndose, empezó una pelea que sólo se definiría en la cuadra final, cuando aquél pudo detener el ímpetu del Fortify de Facundito y vencerlo finalmente por medio cuerpo en la excelente marca de 1m33s16/100. En otra galaxia, a 12 cuerpos el perdedor Forest Gam (Super Saver) era tercero.

Criado por el Haras El Chañar, Niño Guapo pertenece a la camada final del padrillo campeón Catcher In the Rye y tiene por madre a Burg Aniñada (Johannesburg), que a su vez es hija de la ganadora de G1 Stormy Niña (Bernstein), en la fantástica familia de Nipona (Babas Fables), que permanentemente tiene protagonistas en el máximo nivel. 

Con el resultado del Miguel Cané, el proceso selectivo para los machos nacidos en 2019 entró en una dimensión diferente. El incuestionable dominio de Subsanador en el primer semestre, ya no lo es tanto, y ubica al seguro Campeón 2 Años en un plano mucho más terrenal, aunque nunca puede dejar de tenerse en cuenta el rol de “preparatorio” que esta carrera tuvo hacia la ya palpable Polla de Potrillos (G1).

En esa ruta, Niño Guapo ahora sacó ventajas de la mano de su evolución y si en septiembre resulta favorito en el totalizador no será sorpresa para nadie. La próxima semana se correrán las 2000 Guineas (G1) en San Isidro, y seguramente allí aparezcan más nombres para el arranque de la Triple Corona, con otros como Sea Wolf (Fortify) o Natan (Señor Candy) esperando su oportunidad.

El proceso selectivo tiene el juego abierto, pues Niño Guapo logró en Palermo lo que parecía muy difícil: ganarle a Subsanador. En esa constante evolución que muestran los productos, el zaino del Stud Garabo sacó ventajas. Ahora está en la cima, y tiene por delante una cita de oro para confirmarse.