Hijo de Southdale y la campeona Colorina, la familia materna de Novillero arroja otros nombres de lujo

LIMA, Perú (Especial para Turf Diario).-Novillero no solo ganó el Derby Nacional (G1) del 2020, sino que extendió las bondades de una familia generosa, que se cultivó en el medio peruano y cada cierto tiempo nos viene regalando corredores de nivel que escriben páginas de gloria en la historia de la hípica nacional. 

En principio, es el tercer hijo G1 que produce el generoso Southdale (USA-Street Cry), que ya había dado a la Campeona Selvática, ganadora del Enrique Ayulo Pardo (G1), y al mismo Nuremberg, ganador de la Polla de Potrillos (G1) y del Ricardo Ortiz de Zevallos (G1), dentro de una lista de 13 ganadores clásicos en solo 5 generaciones.

La madre de Novillero es la también generosa Colorina (Apprentice), Campeona de 3 años en césped, múltiple ganadora clásica y que produjo a la stakes winner Catalina di Savoya (Mongoose) y a los placé clásicos Mr. Techera (Mongoose) y Colorín Colorao (Rochetau).

Colorina es una de las 58 crías de Apprentice que ganaron clásicos en su campaña y que le permitieron ser el padrillo con más descendientes vencedores en carreras de nivel de todos los tiempos en nuestro medio.

De Apprentice hay para escribir mucho, pero aquí diremos que Novillero es su primer nieto G1 y el vigésimo séptimo de una lista de ganadores clásicos, que incluyen otros 5 vencedores de Grupo.

La línea materna

Pero si ya todos esos pergaminos le daban un respaldo genético al hoy héroe del Derby peruano, la línea baja se convierte en un deleite para cualquier buscador de campeones en el pedigrí de un corredor.

La familia 13-e, de la que proviene Novillero, ha dado muy buenos campeones a la hípica mundial. El caso más resaltante es el del Jefe de Raza Pharos, padre del brillante Nearco, y que tiene el mismo origen de nuestro actual Derby winner.

¿Cómo así? Pues la cuarta madre de Pharos es la novena madre de Novillero, para ir ubicándonos en la tabla del pedigrí.

La 13-e se habría fundado en Gran Bretaña a finales del siglo 19 e ingresado a América a inicios del 20.

A Perú entró en la década de 1950 por medio de Sing Lady Sing (GB, Tudor Minstrel), que llegó preñada del padrillo Pardal, un hijo de Pharis (hermano paterno de Nearco).

Sing Lady Sing fue importada por el Haras Villegas y produjo en Lima un potrillo al que bautizaron luego como Parsing, que fue reservado por su criador Esteban Daranyi para los colores del Stud San Esteban.

Parsing fue una máquina. Robalca le recordó en una de sus obras como un caballo que “dio espectáculo con su impresionante manera de correr”.

Ganó 23 carreras, entre ellas el Jockey Club del Perú (una en San Felipe y otra en Monterrico), el Independencia, el Comercio, etc.

Una de las hermanas de Parsing fue Fresca, hija de Frecuency, ganadora de 4 carreras incluso el Clásico Jockey Club de Chiclayo.

Fresca produjo a Flasquera, matrona generosa que dio al sensacional Artigal (Aldo), crack de las pistas, Caballo del Año en 1984 y Campeón Adulto en Césped en 1985, ganador del Internacional Jockey Club del Perú (G1), entre otros 7 clásicos en Perú, asicomo tercero en el Gallant Fox Handicap (G2) en USA y cuarto en el GPI Carlos Pellegrini (G1) en Argentina. 

Flasquera también produjo a Explorador, ganador del Gran Premio Nacional Augusto B. Leguia (G1), entre otros destacados clásicos, y a La Llamarada, ganadora de G3.

Esta última, llevada a la cría, produjo a un buen corredor como El Amansador, ganador de G3, y a la ya mencionada Colorina.

Más de 70 años de una familia que se cultivó en diversos criaderos locales y que sigue demostrando su generosidad, entregándonos caballos capaces de explotar esos antecedentes y esa calidad en el momento menos esperado.

Néstor Obregón Rossi