El hijo de Lure, que murió en 2021, se consagró en la categoría por segunda temporada consecutiva
Al igual que en 2020, Orpen volvió a ser consagrado como Abuelo Materno del Año en la Argentina, en una de las votaciones más contundentes que tuvieron las diferentes ternas al cabo de las Distinciones Carlos Pellegrini para la temporada 2021.
El padrillo, que murió el año último a sus 25 años, dejó claramente atrás en la terna a otros dos portentos como Bernstein (Storm Cat) e Intérprete (Farnesio), apoyado en un desempeño de sus nietos formidable, que le permitió quedarse con la estadística, tanto general como clásica.
En el desgloce, ganó 129 carreras y superó los 88 millones de pesos en premios acumulados, pero lo que consiguió en el plano de los clásicos fue lo que terminó por desnivelar la balanza. Fueron 16 las pruebas de ese tipo en que se lucieron sus nietos, 5 de ellas en el plano de los G1.
Irwin (Seek Again) se llevó los grandes premios Polla de Potrillos (G1) y Nacional (G1), sin olvidar sus victorias en el Miguel Cané (G2) y en el Raúl y Raúl E. Chevalier (G2), mientras que Tetaze (Equal Stripes)se impuso en el Gran Premio República Argentina (G1) y en el Clásico Otoño (G2).
Che Capanga (Manipulator) se llevó el Gran Premio Estrellas Mile (G1), y Don Empeño (Exchange Rate) aportó el Gran Premio Joaquín V. González (G1) y los clásicos 25 de Mayo de 1810 (G2), General José de San Martín (G3) e Hipódromo de La Plata (G3).
Orpen también sobresalió con Kodiak Boy (Treasure Beach), vencedor en el Clásico Ensayo (G3) y otros nombres generosos como los de Soviet Catch (Catcher In the Rye), Foolin (Suggestive Boy), Numeraux (Global Hunter), Nifty (Equal Stripes) y J be Mallorca (J be K), entre otros.
No es casualidad que sus mejores resultados hayan llegado de la milla para arriba, y en caballos de 3 años y más edad, los fuertes históricos para el zaino que sirvió en Carampangue.
Vale la reflexión de Ignacio Pavlovsky, manager de esa cabaña, para graficar todo lo que Orpen, que fue además Padrillo del Año en 20210, significa en la cría argentina: “Creo que me voy a morir sin poder tener un caballo parecido…”.
