Un rato después de la última carrera, cuando ya quedaba poca gente en el hipódromo, el jockey se despidió a pura emoción

Pablo Gustavo Falero, el jockey fenomenal, el hombre que hizo historia en el turf sudamericano y mundial, tuvo su despedida en el sábado del Gran Premio Carlos Pellegrini (G1). Para el uruguayo fue una tarde con sensaciones de todos los colores, desde el triunfo con Kilimanjaro Safaris (Sixties Icon) con el que abrió su tarde, pasando por la despedida con Fromm (Treasure Beach) en la cita máxima, y hasta llegar al homenaje que disfrutó después de la última prueba cuando, lamentablemente, ya quedaban apenas unos 1000 de los 35.000 espectadores que colmaron las instalaciones.

Con la presencia de sus familiares, Gustavo Posse (Intendente de San Isidro) y gran parte de la comisión de carreras, Falero lució emocionadísimo para dedicarle unas palabras a los presentes, antes de recibir como “regalo” el disco, en ceremonia similar a la que disfrutó Jorge Ricardo el año último en Palermo. Justamente en el centro Falero recibirá su próximo homenaje el sábado, para luego sí decir adiós definitivamente montando a Olympic Harvard (Drosselmeyer) en el Ramírez de Maroñas, el 6 de enero.