El cuidador, que desde agosto se mudo al Hipódromo de Azul para trabajar exclusivo, festejó por primera vez en su nuevo proyecto

Cuando en agosto de 2021 Pablo Guerrero decidió darle un giro de 180 grados a su vida y aceptó la oferta de ser cuidador exclusivo del Haras Avourneen y algunos propietarios amigos de la cabaña, se la jugó grande. Por mucho tiempo mano derecha del querible Hugo Pérez en el Campo 2 de San Isidro, el preparador disfrutó este lunes en Palermo de su primera victoria en este proyecto lindo, y vaya si fue especial, pues llegó gentileza de Memorado en el Handicap Practicante (1400 m, arena pesada), la carrera más importante del día.

Con apenas 8 caballos a su cargo, y esperando por 3 productos más que arribarán en pocas horas a su caballeriza en el Hipódromo de Azul, el hijo de Ejekutor hizo que a Guerrero se le dibujara una sonrisa tan grande que habrá dormido con ella toda la noche, si es que consiguió dormir, claro.

La atropellada del caballode Stud Estación Durañona, los colores con los que Zenón Martínez Althabe sigue la línea de la familia en su amor al turf, fue imparable, dando la sorpresa en una prueba donde los más creídos volaron bajo y en la que la pelea casi suicida adelante entre El Farmacólogo (Latiendo, 53 1/2) y Handsome Banker (City Banker, 56) lo cambió todo.

Los dos punteros vinieron demasiado ligero en una cancha complicada, y los sintieron en el derecho, desapareciendo frente a las tribunas para llegar ambos de los últimos. Allí fue el momento de otros nombres, con Balsamic (Equal Stripes, 57) siendo el primero en tomar la posta, aunque en un liderazgo que duró segundos, pues rápido apareció más abierto el ganador para dominarlo y vencerlo por 1 cuerpo; arremetiendo desde muy lejos, Valiente Spring (Greenspring) descontó un montón para llevarse el último escalón del podio, a 2 largos.

Criado por Avourneen y con Manemusha (Sunray Spirit) como madre, Memorado resolvió la historia en notables 1m22s43/100 llegando a su cuarto festejo y segundo por encima del nivel común, ya que allá por diciembre de 2020 había vencido en el Clásico de las Estrellas Cervantinas, venciendo entre otros al mismísimo Luthier Blues (Le  Blues). Fue una tarde inolvidable para Pablo Guerrero, cuya apuesta fuerte empieza a rendir frutos y producir alegrías.