Confirmando su notable forma, la hija de True Cause no tuvo problemas para llevarse el Juárez Celman

Holy Day lo hizo de nuevo. Ratificando el gran cierre que había tenido la última temporada, la hija de True Cause arrancó con todo el 2019 alcanzando una victoria terminante en el difícil Clásico Miguel Angel y Tomás Juárez Celman (G2-1600 m, césped) del domingo en Palermo, estableciéndose como la principal referente del momento en la media distancia entre las yeguas.

Casi invicta, pues terminó adelante en 5 de sus 6 salidas, la pupila de José Lofiego fue protagonista desde el salto y en la recta final no tuvo problema alguno para desandar el tramo hasta cruzar la meta con 2 cuerpos de ventaja sobre la rendidora College Girl (Greenspring), en una carrera que, debe mencionarse, no tuvo en los partidores a North France (Seattle Fitz), máxima candidata en la previa.

Antes heroína en la misma grama porteña del Clásico The Japan Racing Association (L) y también titular del Clásico Marcos Levalle (G2) platense, Holy Day mandó al hospital a la puntera Tete Seattle (Seattle Fitz) antes de desplegar lo mejor de su repertoria.

Segunda parando con Jorge Ricardo en sus riendas, la favorita despachó a la líder al pisar la recta final, abrió ventajas rápido y ni se inmutó cuando llegó la hora de las atropelladas. College Girl descontó, pero debió conformarse con terminar como escolta, 2 1/2 largos por delante de Intratable Freud (Freud). Fiesta Dorada (Jump Start) fue cuarta, todo tras meritorios 1m35s54/100.

Holy Day quedó a las puertas de superar los 2.000.000 de pesos en premios e hizo flamear una chaquetilla con mucha raigambre en el turf nacional como la del Stud-Haras Aguarenas, de la familia Ayerza, la misma que, entre otros buenos ejemplares, se calzó allá por la década de los ‘80 la inolvidable Micenas (Ficino), ganadora del Gran Premio Dardo Rocha (G1).

Holy Day tiene por madre a Intense Day (Halo Sunshine), parte de la interminable y generosísima familia de la “I” con base mayor en el Haras Abolengo, donde se desarrolló a partir de la enorme Ilíada (Pronto). Panorama interesante el que se le abre de aquí en adelante a Holy Day, con multiplicidad de opciones. Obviamente, mantenerse en la media distancia es una de ellas, aunque, se sabe, dicha categoría no cuenta con G1 exclusivos para yeguas, sino que hay que medirse con los machos para conseguirlo.

Pero, por pedigree y evolución, con la zaina puede pensarse sin ningún tipo de reparos en encarar el Campeonato Palermo de Oro que se viene para las chicas, con inicio en el Clásico Arturo A. y Arturo R. Bullrich (G2), continuará con el Gran Premio Gilberto Lerena (G1) y cerrará en el Gran Premio Criadores (G1), la carrera que clasifica a su ganadora para animar el Breeders’ Cup Distaff (G1) de fin de año en Santa Anita Park.

No para de crecer Holy Day, que supera cada reta con una facilidad llamativa. Todo para ganar tiene la carta de Aguarenas, ya sea manteniéndose en la milla o buscando mayores distancias.