En diálogo exclusivo con Turf Diario, el preparador del crack dejó detalles jugosos sobre la presentación del crack el sábado en el Mile

La tranquilidad en la voz de Paulo Lobo no se altera ni siquiera ante la proximidad de uno de los desafíos más importantes de su vida como entrenador de caballos de carrera. Con varios triunfos de G1 ya en su historial, el brasileño tratará este sábado de ganar por primera vez una prueba de la Breeders’ Cup. Sólo tuvo un intento previo, en 2002, cuando con Farda Amiga (Broad Brush), que ese año le dio el Kentucky Oaks (G1), escoltó desde 5 cuerpos a la campeonísima Azeri (Jade Hunter), en Arlington Park. Y cuenta que se quedó con las ganas de correrla con Pico Central (Spend a Buck), el mejor sprinter de 2004 en los Estados Unidos, pero cuyo dueño, Gary Tanaka, no quiso pagar el suplemento que habilitaba al zaino para estar en los partidores.

Ahora la vida y su profesión le obsequian una nueva ocasión de poder ser parte de la fiesta, esta vez con el crack Ivar, el hijo de Agnes Gold que nació en Brasil, se desarrolló en las pistas argentinas hasta ser campeón y trasladó todo su talento al norte, tanto como que después de ganar hacer unas pocas semanas el Shadwell Turf Mile Stakes (G1) es ahora considerado como favorito en el “morning-line” de una versión apasionante y complicadísima del Breeders’ Cup Mile (G1-1600 m, césped, US$ 2.000.000 de bolsa).

“Vaya si es difícil estar, que sólo lo pude hacer una vez y hace casi 20 años”, dice entre sonrisas Lobo, iniciando la charla con el cronista. Luego, agrega: “Sabemos que el desafío que nos espera es durísimo, pero tenemos un muy buen caballo para hacerle frente. Siempre pasa que necesitás algo de suerte en el desarrollo, pero estoy con mucha confianza; esperamos una gran tarea de su parte”.

Sobre la actualidad del crack, explica: “Siguió muy bien después de ganar el Shadwell Mile. Le hicimos tres trabajos, pero todos de mantenimiento, sin exigencias, porque viene de dos carreras muy fuertes, muy duras. La idea fue mantenerlo contento y feliz. La semana pasada hizo frío y llovió bastante, pero ahora el clima mejoró y está precioso. La cancha va a estar normal, por suerte”.

No quiere traspasar la delgada línea que existe entre el optimismo y el “agrande”, Paulo, pero se lo nota con fe, seguro de que Ivar está en grandes condiciones como para presentar la batalla necesaria para estar en la definición. A la hora de analizar la competencia y la largada -otra vez externa- del crédito de RDI y Bonne Chance Farm, cuenta: “Hay algunos rivales ligeros que largan por dentro y también caballos veloces que irán por fuera; Talamo ya lo conoce bien y creo que la clave estará en encontrar una buena posición antes de llegar a la primera curva. La verdad que viendo los rivales diría que todos pueden ganar; los europeos son durísimos, y la delegación local también. Ninguno queda de lado en el análisis previo. Es una carrera muy equilibrada, quizás la más equilibrada de toda la serie”.

Lobo está contento con un año que le deparó excelentes resultados, y no puede más que ilusionarse con que el 2021 sea todavía mejor: “Todo empezó con mucha incertidumbre esta temporada, pero se fue acomodando y ahora tenemos este cierre fantástico. La semana pasada ganamos tres carreras, todo se viene dando. Estoy muy feliz. Mirando hacia adelante, no puedo más que soñar… Ivar correrá el Mile, pero creo que lo mejor de su parte está por llegar; Es muy nuevo, basta con fijarse que es el que menos carreras corrió de todos los anotados; tiene un potencial enorme, como también confiamos en que Imperador (Treasure Beach) e In Love (Agnes Gold), otros dos caballos que llegaron desde Argentina, nos den muchas satisfacciones”.

Faltan horas para la carrera. Para que la ilusión de Paulo Lobo con Ivar empiecen a correr. Todo Sudamérica estará pendiente de la carrera del caballo que tiene todo para ser una estrella internacional. Como dicen en brasil, puede ser un final con “llave de oro”…

Diego H. Mitagstein