Su bisnieto Despatch ganó este sábado en Morphetville el Goodwood Handicap (G1)

A finales de la década de los ‘90, cuando Bayakoa (Consultant’s Bid) era crack en los Estados Unidos, otra yegua hacía historia, pero en Argentina: Penita. Fue precisamente en 1989, cuando la hija de Pepenador y Conmocionante (Practicante) a la que preparaba Julio O. Penna fue consagrada como Yegua del Año, tras ganarle a Clavija (Cipayo) en el Gran Premio La Mission (G1); a Astaire (Oak Dancer) y un sólido grupo de machos en el Gran Premio Copa de Oro (G1); cerrar su campaña secundando desde apenas media cabeza a Cacao (Cipayo) en uno de los finales más emocionantes que se recuerden del Gran Premio Carlos Pellegrini (G1).

Después de semejante campaña, Penita fue comprada por intereses australianos, hacia donde partió a las pocas semanas. Allí tuvo 8 crías, de las cuales 6 ganaron, destacándose Vita (Thunder Gulch), que entre los 2 triunfos que consiguió a los 2 años sumó el AJC Fernhill Handicap (G3).

Una vez en la reproducción Vita demostró una amplia generosidad que incluso tuvo su desembarco en la Argentina, donde Tahanee (Stormy Atlantic) ganó varios clásicos en la media distancia antes de viajar hacia los Emiratos Arabes Unidos.

Otro nieto de Vita, Despatch (Written Tycoon y Zoccoletta, por Fasliyev) se encargó el último sábado de darle actualidad a la línea de Penita, alcanzando el mejor triunfo de su campaña en el Goodwood Handicap (G1-1200 m, césped) en Morphetville, Australia. De 4 años y castrado, el pupilo de Tony McEvoy superó con valentía y por apenas la cabeza de ventaja sobre Behemoth (All Too Hard), tras 1m9s30/100.

Penita, aquella yegua que descolló en San Isidro en ese 1989 inolvidable, sigue fresca en el recuerdo de los burreros de alma y también en los pedigrees internacionales, siendo noticia de tanto en tanto con sus continuadores. Gracias a Despatch, la campeona volvió a ser noticia.