José Luis Giusti, Ministro de Desarrollo Económico y Productivo de CABA, recibió a un grupo de criadores, profesionales y propietarios

Se acerca agosto, el mes donde la hípica argentina espera poder volver a ver acción en sus hipódromos centrales después de 4 meses de inactividad producto de la pandemia de Covid-19 y que atraviesa por estas horas, y al decir de muchos especialistas, el tan anuciado pico.

Ante un panorama al borde de transformarse en desesperante, este martes la sede del gobierno porteño en Parque de los Patricios fue escenario para una reunión entre representantes de la industria hípica y la Administración de la Ciudad de Buenos Aires.

Gestionada por Rafael Pascual y Alberto Ibañez, de la Asociación de Propietarios, José Luis Giusti, Ministro de Desarrollo Económico y Producción de CABA, charló por mas de una hora y media con los criadores Julio Menditeguy y Alberto Stein, y los preparadores María F. Alvarez, Marianoa Iguacel, Pablo Díaz y Martín Garrido, interiorizándose durante la audiencia con la lista productiva que enmarca el deporte de las carreras de caballo y todo lo que conlleva en materia de fuentes de trabajo y sus aportes a las economías.

“La sensación fue muy buena. Nos atendieron con amabilidad y nos escucharon atentamente, tomando contacto por primera vez en forma directa con todo lo que genera el turf como industria. El Ministro no conocía la dinámica nuestra y nos agradeció el poder interiorizarse, aunque nos dejó en claro que el no puede invadir áreas que no le pertenecen, aunque allí se analizan las aperturas, un dato que no es menor. No hubo un compromiso al respecto de una fecha, pero teniendo el protocolo ya presentado y la carta de entradas publicada por Palermo, quedaría la aprobación. La Lotería de la Ciudad de Buenos Aires (LOTBA) permanece cerrada y por eso la industria se preocupó en apalancar las gestiones de los hipódromos en otros sectores del Estado. Va todo de la mano y son varias las áreas que tienen que trabajar juntas para que se produzca el esperado regreso”, contó Julio Menditeguy.

Pablo Díaz, otro de los asistentes, brindó su punto de vista, en mucho, coincidiendo con la palabra del criador: “La verdad que todo me pareció muy bueno, con voluntad por hacer desde el lado de la Ciudad. Se tocaron temas variados y trascendentes, contamos qué somos y qué hacemos y, en lo particular, los entrenadores dejamos en claro que nos preocupa la situación por la que atravesamos. Pensemos que hoy de mañana en Palermo se mueven 900 caballos y para una reunión ese número bajaría a 100/120, o sea, luce menos riesgoso correr que varear en materia de salud. Los protocolos son fundamentales, los cumplimos hoy y más grande será aún la responsabilidad si se autoriza el regreso. El compromiso del sector con la salud es gigante y está demostrado”.

Según pudo saberse, tanto Ciudad como Provincia intentan establecer aperturas que no se diferencien demasiado en la próxima etapa, para evitar roces, en líneas generales. Y de allí que sea lógico que en materia de turf todos los hipódromos del AMBA volvieran en conjunto.

Nunca al cabo del encuentro la Ciudad de Buenos Aires dio señales sobre una próxima reactivación, aunque ahora sí el turf puede estar seguro de que se está al tanto de la situación, mientras que en la provincia, cuando hace ya un par de meses se reunieron algunos sectores del turf con la plana mayor del Gobierno de Axel Kicillof, sí se especificó que en agosto podían esperarse las reaperturas.

Hay quienes observan lo que sucedió la semana pasada en Azul como un dato alentador. Como se recordará, el hipódromo llamó para el domingo 16 del corriente, esperando ahora la autorización final. Ese paso no se dio sin la venia gubernamental

“Sería descorazonador para todos que durante agosto no vuelva a haber carreras, pero hay algunas certezas que nos llevan a pensar que es posible. La receptividad que se está viendo últimamente de los ejecutivos es muy importante”, agregó Menditeguy, preocupándose por no generar ninguna ilusión más allá de los datos que hoy están sobre la mesa.

El turf necesitaba señales como las que quedaron después del encuentro entre parte de la industria y la Ciudad de Buenos Aires. Es imperiosa la vuelta a las competencias para que la rueda empiece a girar antes de quedar empantanada en una crisis mucho más profunda y de la que resulte mucho más difícil salir.