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Abel Giorgis y En Un Rincón, una ovación bien ganada en Palermo

  • Foto del escritor: Turf Diario
    Turf Diario
  • 3 jun
  • 2 Min. de lectura

El jockey fue el gran protagonista del Clásico Coronel Pringles (G3), con el zaino logrando su primer éxito jerárquico y desatando la emoción en las tribunas


En Un Rincón y Abel Giorgis se ganaron el mimo de la gente / JUAN I. BOZZELLO
En Un Rincón y Abel Giorgis se ganaron el mimo de la gente / JUAN I. BOZZELLO

Festejó con alma y vida Abel Luján Giorgis cuando cruzó adelante el disco del Clásico Coronel Pringles (G3-1000 m, arena normal), que concluyó el doblete jerárquico del lunes en el Hipódromo Argentino de Palermo, para luego recibir una calurosa lluvia de aplausos desde las tribunas, esas que lo quieren y lo admiran.

Abelito, como lo llaman casi todos, es un emblema para el turf nacional, un hombre que por varias décadas se lució en las pistas centrales y en las canchas de tierra adentro, con las cortas como su especialidad, pero también dándose el gusto de brillar en otras especialidades, como en esos tiempos de Caro Sueño (Carabao).

El hombre que ganó G1 con Capo D'Oro (Capo Máximo), con Vital Class (In Class), con Trenzado (West by West) y Mediático Jet (Commander Jet), ya con sus años, sigue dando que hablar y sacándole lustre a sus habilidades, como con el  hijo de Manipulator, que por fin encontró ese triunfo clásico al que ya le había pasado cerca en varias oportunidades, especialmente, a los 2 años.

Aprovechando al máximo su suelta externa, el zaino vino al son de la banda con Vida Amorosa (Safety Check) y Azucar Negro (Angiolo), mientras la cordobesa Santa Calma (Qué Vida Buena) salía rapidísimo desde el 1 para tomar la punta.

Los cambios empezaron en la mitad del desarrollo, cuando En Un Rincón se afirmó al frente y, si bien no consiguió desprenderse, le alcanzó para mantenerse hasta llegar al disco con medio largo sobre Azucar Negro, que en el último salto le birló la posición de escolta a Vida Amorosa por la mínima de las ventajas. A 3/4 de cuerpo, Santa Calma redondeaba una muy buena primera presentación en el plano mayor.

La decepción corrió por cuenta del gran favorito El Mejor Recuerdo (Il Campione), que venía de ganar el Ciudad de Buenos Aires (G1), apenas quinto, tras venir estirado casi todo el recorrido.

En una marca excelente de 54s34/100, En Un Rincón concretó la mejor victoria de su campaña, alegró a la gente del Stud El Lobo y a Daniel O. Badano, su entrenador, y premió a Abel Giorgis con otro disco inolvidable y una ovación sincera.



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