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Auguste Rodin, el Prince of Wales's y el triunfo 400 de G1 para O'Brien

  • Foto del escritor: Turf Diario
    Turf Diario
  • 20 jun 2024
  • 3 Min. de lectura

El entrenador irlandés alcanzó un récord fabuloso con el hijo de Deep Impact, que volvió a los primeros planos en Royal Ascot

Aidan O'Brien tiene 54 años y ya logró todo en la hípica mundial. Camino a ser considerado el mejor entrenador de todos los tiempos, ahora todo se trata de batir récords para él. Con el respaldo de siempre de Coolmore y su genética única en el mundo, responde a lo grande y suma copa tras copa como si se tratara de soplar y hacer botella.

El Prince of Wales's Stakes (G1-2000 m, césped), la prueba central del segundo día de actividad dentro del mitín de Royal Ascot, en Inglaterra, fue el marco perfecto para que el profesional lograra una marca fantástica, increíble, si se quiere, pues el triunfo de su crack Auguste Rodin le signifcó a O'Brien la foto número 400 de G1 de su trayectoria.

Imaginemos que una persona gana todas las pruebas de máxima escala en la Argentina durante un año y medio... Así de gigante fue la marca que el irlandés firmó en Ascot. Descomunal, irreal, busque el adjetivo que a usted mejor le parezca, amigo lector; todos serán acertados.

En otra master class, O'Brien devolvió a los primeros planos a uno de los caballos del mundo, pues a nadie le puede quedar la mínima duda que Auguste Rodin lo es. Tras un paso flojísimo al reprisar allá por marzo en el Dubai Sheema Classic (G1) de Meydan, y luego de caer inesperadamente en la Tattersalls Gold Cup (G1) de The Curragh, en su casa, el hijo de Deep Impact y la campeona Rhododendron (Galileo) construyó otra labor de alto vuelo para llegar a su sexto G1, pues antes había sumado el Epsom Derby (G1), el Irish Derby (G1), el Breeders' Cup Turf (G1), el Futurity Trophy (G1) y el Irish Champion Stakes (G1).

Ante rivales durísimos, el zaino olvidó aquella pésima experiencia en la pesada de Ascot del King George VI & Queen Elizabeth Stakes (G1) de 2023, encontró ese terreno duro que adora y fue imparable cuando la carrera empezó en serio, luego de que Snobbish (Dawn Approach) y Hans Andersen (Frankel) cumplieran a la perfección sus roles de pacemakers, el primero trabajando para la yegua Blue Rose Cen (Churchill), que volvió a defraudar, y el restante para el favorito.

En la curva final Ryan Moore llamó a correr a Auguste Rodin y este respondió en gran forma, tardando poco en dominar, tomándose un pequeño resuello en la subida y arriba controlando la desprolija arremetida de Zarakem (Zarak), que en gran gestión terminó siendo segundo a 3/4 de cuerpo, 1 por delante de Horizon Dore (Dabirsim), ambos invasores franceses.

Inspiral (Frankel), la campeona de los Gosden, fue la gran decepción con su sexto puesto, aunque tras una pésima partida no podía pretenderse demasiado más. Es difícil vencer a rivales clase A largando, no hay que imaginarse cómo se hace cuesta arriba todo ante una circunstancia como la que vivió la yegua del Cheveley Park...

"Estoy feliz por todo el equipo, pero especialmente por mis jefes, que fueron quienes hicieron posible que todo esto pasara. Auguste Rodin es un caballo muy especial, y que toma los 2000 metros muy bien. Estaba dando instrucciones equivocadas tratando de correrlo demasiado atrás, por lo que cambiamos todo. Ryan me dijo que lo iba a correr de forma positiva, presionando al llegar la recta, y luego hizo lo acostumbrado: ir hacia adelante.

"Creo que podemos hacer cualquier cosa con él, y dependerá de lo que los jefes elijan; ya sea ir a los Estados Unidos, o seguir compitiendo aquí. Ahora tengo much más confianza por la forma en que venimos trabajando", resumió O'Brien. El mejor de todos.

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