El caballo japonés abrió la serie de triunfos de ese país en el mitín de la Saudi Cup con una valiente victoria de punta a punta
Por Diego H. Mitagstein (Enviado especial de Turf Diario a Riyadh, Arabia Saudita)
RIYADH, Arabia Saudita (De un enviado especial).- Otra vez el turf japonés fue protagonista central en el mitín de la Saudi Cup (G1), consiguiendo nada menos que 3 triunfos, en una serie que comenzó gracias al estupendo Bathrat Leon, que volvió a dar la nota a nivel internacional haciéndose del 1351 Turf Sprint (G3-1351 metros, césped, US$ 1.500.000 de bolsa).
Está comprobado que se agrande de visitante el hijo de Kizuna y Bathrat Amal (New Approach), que después de llevarse la Godolphin Mile (G2) de 2022 en la arena de Meydan, Emiratos Arabes Unidos, no había podido volver a ganar, hasta ahora. Ni en Francia ni en casa pudo lucirse el zaino, que ahora volvió a construir desde la delantera una victoria para el aplauso, haciéndose inalcanzable para contener arriba y por la cabeza la carga del estadounidense Casa Creed (Jimmy Creed), que, como hace 12 meses, terminaba segundo en el 1351 Turf Sprint.
A 1 3/4 cuerpo, el local Raaed (Dark Angel) completó la trifecta delante de la irlandesa Happy Romance (Dandy Man), mientras la japonesa Resistencia (Daiwa Major), campeona en su país e hija de la argentina Malacostumbrada (Lizard Island), quedaba quinta en su despedida de las pistas. Songline (Kizuna), vencedora de Casa Creed en la edición anterior, llegó anteúltima.
En la preparación del ganador estuvo el inefable Yoshito Yahagi, abriendo el inolvidable doblete propia y del Hiroo Race Co Ltd. que luego se completaría con Panthalassa (Lord Kanaloa) llevándose la Saudi Cup (G1). Sobre el resultado, el profesional explicó: "Estando a su cargo no se si es un caballo de pasto o un caballo de arena. Le cayó bien el piso y la distancia, aunque pienso que en los 1400 metros encuentra su mayor comodidad. El jockey y yo teníamos la misma opinión de ir directo a la punta y salió todo bien. Ahora discutiremos con sus propietarios los pasos a seguir, aunque, a esta altura, volver a ir por la Godolphin Mile es el plan A".
Con la capacidad de lucirse en cualquier superficie y 5 años, con Bathrat Leon los sueños pueden llegar a la estratósfera, ya sea en lo que se viene -seguramente en Meydan- o dentro de un tiempo, poniendo seguramente el objetivo de volver aquí dentro de un año para buscar el doblete. Su corazón, su velocidad y su clase, hacen posible pensar en que cualquier opción le caerá de maravillas.
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