Cargando pesadísimos 64 1/2, la hija de Giant's Pleasure se floreó en la arena del norte para ganar por 6 cuerpos el Clásico Etoile (L)
Hay que sacarse el sombrero ante la notable Candy and Giant, que este miércoles en el Hipódromo de San Isidro cumplió la hazaña de ganar el Clásico Etoile (L-1200 m, arena normal) portando pesadísimos 64 1/2 kilos.
No hay demasiados antecedentes cercanos de ejemplares que hayan podido terminar adelante con semejante lastre de por medio en el plano superior, con excepción de Noguchi (Strategic Prince), que el 20 de diciembre de 2021 ganó con 63 el Handicap Hunter's Moon y el 13 de enero de 2022 se impuso con 65 en el Handicap Liloy.
Ahora fue la hija de Giant's Pleasure la que mostró su enorme categoría en la velocidad con codo para hacer lo que quiso con las 5 rivales que le salieron al cruce, pues dominó a placer desde la partida y tuvo hasta tiempo de cerrar con lujos, a pesar de que Gustavo Calvente y su montura tenía el doble del tamaño habitual de tanto plomo.
Se esperaba verla adelante, pues es su característica, pero no tanto que el cierre fuera tan holgado. Con Early Life (Suggestive Boy, 61 1/2) persiguiéndola desde una distancia prudencial, la zaina del Stud Feli Paul pasó los 400 metros iniciales en 23s28/100, dejó atrás los 800 después de 45s81/100 y galopó con firmeza hasta la meta para cruzarla con 6 cuerpos de ventaja sobre aquella, en soberbios 1m9s24/100.
A otros 2 largos, Elina Regia (Il Campione, 55) ocupó la tercera colocación con Valga La Pena (Fortify, 53 1/2) en cuarto al anca y Right Happy (Hi Happy, 52) cerrando la marcha ya mucho más alejada.
Preparada por Matías N. González y de la cría de Lucila Florencia Krieger de Sansuste, Candy and Giant llegó a su octava victoria sobre 15 salidas y ubicó sus ganancias en el orden de los 23.056.500 pesos. En materia jerárquica, para la nieta de Not for Sale fue su quinta conquista, tras llevarse antes el Clásico Jamelao (L) y los handicaps Carapálida, Petite Ecurie y Zanoni.
Para la notable Candy and Giant aparece en el horizonte un reto que difícilmente pueda pasar por alto como el Clásico Ciudad de La Plata (G2), sobre sus adorados 1200 metros y la carrera más importante del año dentro de la categoría de la velocidad con codo. Y, si corre, será candidata.
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