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Candy Ride y un legado que sumó dos nuevas joyas en la Breeders' Cup

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    Turf Diario
  • hace 15 minutos
  • 3 Min. de lectura

Sus hijos Valiant Minister y Gun Runner produjeron a Bentornto y Super Corredor, ganadores del Sprint (G1) y del Juvenile Fillies (G1), respectivamente, el sábado último en Del Mar


Valiant Minister, invicto, como su padre / BRIDLEWOOD FARM
Valiant Minister, invicto, como su padre / BRIDLEWOOD FARM

Por Diego H. Mitagstein

La campaña de 2025 volvió a subrayar que Candy Ride no es una reliquia del pasado, sino un pilar vivo de la cría moderna. Con dos ganadores de la Breeders’ Cup producidos por sus hijos, el argentino sigue firme como arquitecto de campeones.

Con récord de pistas perfecto en seis salidas, Candy Ride dejó una marca como corredor y luego consolidó su estatus como padrillo de talla mundial, arrancando desde bien abajo en Hill'n' Dale Farm y hasta transformarse en uno de los jefes en Lane's End Farm, su casa desde hace muchos años. 

Más allá de su propia campaña, el crack viene demostrando ser un enorme padre de padrillos: es decir, no sólo produce campeones, sino que sus hijos o hijas están resultando generosísimos a su vez. 

Uno de los nombres más interesantes que dejó la secuencia de éxito en la gran serie del último fin de semana en Del Mar es Valiant Minister, hijo del hijo del viento, que está ganando terreno como padrillo y produjo nada más y nada menos que a Bentornato, el héroe que tuvo el Sprint (G1) de la mano del venezolano Francisco José D'Angelo y del boricua Irad Ortíz Jr

Actualmente sirviendo en el Bridlewood Farm de Ocala, Florida, el tordillo costó 600.000 dólares cuando se lo adquirió en OBS como 2 años en entrenamiento y solo pudo correr una vez por sus problemas físicos, aunque Bob Baffert, su preparador, siempre tuvo una gran opinión.

Su debut y único éxito llegó a los 4 años y por 2 1/4 cuerpos sobre 1200 metros en la arena de Santa Anita Park, empleando una marca impactante de 1m8s84/100. Nieto de Deputy Minister y de la G1 Lunar Spook (Silver Ghost), se luce con escasas posibilidades y con un valor de servicio irrisorio, pues para 2026 se lo ubicó en el orden de los 4000 dólares

Valiant Minister es también padre de los ganadores clásicos Outfoxed y Loco Abarrio, además de haber producido a los placé clásicos Brit's Candyman e Iron Hand.


Gun Runner: el gran legado

Quizá el embajador más visible de Candy Ride en la actualidad es Gun Runner que se convirtió en padrillo de primer nivel con una velocidad impactante. Y como para confirmar esa generosidad -y los 250.000 dólares en que se ubicó el precio de su salto para la próxima campaña en el Three Chimneys Farm...- Super Corredora acaba de regalarle el trofeo en el Breeders’ Cup Juvenile Fillies (G1), postulándose camino a los Eclipse Award como una de las grandes candidatas al título de Campeón 2 Años Hembra.

La zaina que montó el chileno Héctor Berríos es la décimo segunda cría ganadora de G1 para el alazán, después de Sierra Leone, Cyberknife, Taiba, Vahva, Echo Zulu, Gunite, Society, Locked, Early Voting, Gun Pilot y Brant

Lo de Gun Runner en esta Breeders' Cup fue soberbio pues, además, Sierra Leone terminó segundo en el Classic (G1), Vahva ocupó la misma posición en el Filly & Mare Sprint (G1) y Brant fue tercero en el Juvenile (G1)

Candy Ride marca un estilo: versátil, con calidad para distancia y transmisor de durabilidad, sin problemas de superficie, y con la precocidad necesaria, todas características que sus hijos parecen también transmitir. 

Pero hay otro dato que lo empuja a brillar y a que tanto su ya veterana figura como la de sus crías en la reproducción sean bastante atractivas: su perfil genético libre de la sobreexplotación de Northern Dancer es un outcross para criadores que buscan diversificar líneas. 

En los pedigrees, siempre se hace notar que muchos de sus éxitos provienen de cruces con yeguas de las líneas de Storm Cat o A.P. Indy, ya un clásico.

La conjunción de estos hechos reafirma que Candy Ride no vive únicamente de sus glorias propias, sino que está construyendo un legado evolutivo: sus hijos generan campeones y esos campeones también pueden sementar. Y va a más, pues ya se empezó a diversificar una tercera generación del crack en los haras estadounidenses.

Para criadores y propietarios, Candy Ride representa una apuesta sólida: probado, con múltiples facetas y con descendencia reciente que brilla en infinitos escenarios. Con padrillos como Gun Runner y Valiant Minister activos, entre otros, el “motor Candy Ride” sigue transmitiendo potencia genética hacia adelante.

Para los turfman, la lección es clara: Candy Ride se mantiene en el mapa de élite de la cría mundial, y mientras sus hijos y nietos ganen pruebas como la Breeders’ Cup, su vigencia estará garantizada. El turf argentino y sudamericano lo celebra, lo sigue disfrutando. Muchísimo.

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