De punta a punta, el hijo de Lenovo ratificó su liderazgo generacional sobre el césped de San Isidro con otra actuación a puro corazón
Siempre se dice que lo más difícil no es llegar, sino mantenerse. En un deporte como la hípica, donde las variables son muchísimas, aquello es doblemente complicado. De allí lo trascendente que significó la enorme victoria que consiguió Colifato Novo en el Gran Premio 2000 Guineas (G1-1600 m, césped pesado) de este sábado en el Hipódromo de San Isidro.
En una cancha bravísima, el hijo de Lenovo que arrancó su campaña en el interior, ratificó su liderazgo entre los machos nacidos en 2021 que actúan en la grama, después de llegar a la cima venciendo hace poco más de un mes en el Gran Premio Estrellas Juvenile (G1), en la misma pista y distancia.
En rigor, lo que construyó el potrillo que prepara y corre Joaquín Cano fue un calco de esa conquista en la serie organizada por la Fundación Equina Argentina; es más, si se juega ubicando un video arriba del otro en una misma pantalla, las diferencias serán mínimas. Lo de Cano adquiere ribetes de fundamental. No sólo por el trabajo para mantener al zaino del Stud El Ranquel, sino por lo que hizo en su montura, anticipándose a todo y tomando resueltamente la punta con ventajas amplias, buscando evitar que alguno de sus oponentes saliera a pelearlo.
Colifato Novo corrió firme en todo momento, pasando los 400 iniciales en 23s72/100 y los 800 en 47s2/100 (mucho más rápido de lo que se pasaron en el Clásico Bayakoa, durante el turno anterior), pero en el codo tuvo un resuello para llegar a la recta con aire. Ya en el tramo decisivo, se arrimaron primero Derby County (Daddy Long Legs) y Footing Hit (Hit It a Bob), pero no fueron rivales. Luego, abiertos, cargaron Academus (Portal del Alto) y Acento Final (Treasure Beach), con ímpetu.
No hubo caso, Colifato Novo encontró un segundo aire, Cano lo exigió en el momento preciso y se hizo otra vez inalcanzable. La meta encontró al invicto con 3/4 de cuerpo sobre Academus, mientras Acento Final completaba la trifecta a 1 1/2 largo más, todo en buenos 1m38s10/100, teniendo en cuenta la pista, claro.
Criado por Maximiliano M. Conti, Colifato Novo lleva ahora 4 victorias oficiales consecutivas, creciendo desde las distancias cortas y demostrando que, además de rápido, es llegador. Exhibe clase y resistencia, cualidades vitales en un proceso selectivo tan exigente como el argentino.
Potrillo que fue rematado en el Jockey Club de Río Cuarto, fue justamente allí donde debutó ganando uno de los turnos del Clásico Grandes Promesas, a mediados de marzo. El dato no es antojadizo, pues el calendario pone ahora en su camino la Triple Corona, que arrancará dentro de un mes en la milla de arena de Palermo y con la tradicional e histórica Polla (G1).
Si bien su fama la cimentó en el césped, aquél triunfo en Río Cuarto habla claramente de que la tierra no sería un impedimento para ir por una carrera de tanto peso, aunque, claro, dependerá de cómo quede tras su triunfo en las Guineas y de la decisión de sus allegados de cambiar de terreno. Si no viaja al centro, Ensayo (G3) y Jockey Club (G1) son la ruta disponible en el Hipódromo de San Isidro.
Colifato Novo llegó y se mantuvo. Gana a lo bueno corriendo de punta, va recolectando seguidores y fanáticos en cada una de sus salidas y le sigue agregando escenas de gloria a su ascenso soñado. Con comienzo modesto, las luces no lo enceguecieron; todo lo contrario, cada vez se agranda más corriendo contra los mejores.
Comments