Entre los outsiders, el zaino atropelló fuertísimo en la recta final para quedarse con el Gran Premio Palermo (G1)
Comando Secreto había hecho 12 intentos por ganar fuera del nivel común hasta este sábado, ya sea en carreras de grado, en clásicos listados o handicaps de lo más variados. Y, paradoja burrera, lo que tantas veces se le había negado, lo fue a conseguir en su primer intento de G1, quedándose con el Gran Premio Palermo (1600 m), sobre la pista de arena húmeda porteña.
No fue el único dato estadístico que aportó el primero de los pasos fuertes de la gran jornada del Nacional, pues para el jockey Kevin Banegas la conquista con el zaino significó el primer trofeo de máxima escala de su trayectoria, esa que en los meses cercanos no ha parado de crecer y que lo ubica entre los mejores del momento.
Jugando de local, el caballo entrenado por María F. Alvaez y Wálter Suárez dibujó una atropellada impresionante en la recta para pasar casi de último a primero, cortando el vuelo del potrillo Ser Sincero (Fortify) en la cuadra final y terminar doblegando por 3 cuerpos a Royal Rimout (Remote), que también cargó de refresco.
A la cabeza, quedándose sin nafta en el final, Ser Sincero completó la trifecta, volviendo a mostrar la falta de final que ya había exhibido un par de veces sobre 1400 metros, aunque en una actuación relevante si se tiene en cuenta que era su primera labor en la milla; además, completó el 1-3 para la dupla de entrenadores.
En el debe quedaron varios, como Amigazo Sky (Falling Sky), otro de los 3 años en las gateras, y que fue sólo sexto a 7 cuerpos, moviéndose siempre estirado. Su campaña exigente y desprolija da la sensación de que empieza a pasarle factura; Tersane (Hurricane Cat), que terminó anteúltimo; o Love the Races (Hurricane Cat), que cerró la marcha, perdiendo definitivamente la brújula tras aquella conquista prometedora en el Estrellas Mile (G1).
En South Healer (Southern Halo), y defensor de la caballeriza Sixa, Comando Secreto era el anteúltimo cotizado en el totalizador, pero terminó ganando con la solvencia de un favorito mediante una atropellada que tuvo más fuerza que nunca. Festejó entonces el grandote un G1 y le dio ese premio tan buscado a Banegas. Mucho más no se puede pedir en una sola tarde...
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