Sin Chazki en los partidores, el hijo de Le Blues se impuso por 7 cuerpos para lograr el mejor triunfo de su campaña
Ausente Chazki (Cityscape), el candidato, todo resultó bien sencillo para Land Lee en el Clásico Jorge Ricardo, donde el caballo del Stud Comalal concretó ese triunfo importante que a su alrededor esperaban que llegara mucho tiempo antes. Entre problemas físicos y ausencias, el calendario fue corriendo y la ansiedad moviéndose a la par del zaino, pero este lunes en el Hipódromo Argentino de Palermo, la espera terminó.
En los 1200 metros de arena del tributo al fenomenal jockey brasileño el hijo de Le Blues fue concluyente, transformando la historia en un paseo de salud. Sin derrotas en lo condicional, había sido cuarto de potrillo en el Clásico Santiago Luro (G2), segundo en el Handicap Manganga y quinto de última en el Gran Premio Palermo (G1), con lo que su posición como enorme favorito estaba más que justificada, sin olvidar su concepto...
En la pista su respuesta fue perfecta, tomando velocidad en las primeras 2 cuadras, asumiendo el liderazgo cuando empezaban a recorrer el codo y rematando con mucha potencia, cruzando el disco con 7 cuerpos de ventaja sobre Iron Heart (Sidney's Candy), que por otros 5 dejó tercero a Guepardo Stai (Tetelestai), con Vetrato (Remote) y Forza Indio (Indy Point) completando el grupo, todo tras la excelente marca de 1m7s98/100.
Al cuidado de Carlos A. Cardón, Eduardo Ortega Pavón fue el jockey de LAnd Lee, cuyo récord ahora muestra una eficiencia del 50 por ciento, con 4 éxitos en 8 salidas, y una recaudación en premios de 4.462.500.
Criado por el Haras El Paraíso, es hijo de la generosa Susan Constant (Sebi Halo), de flojito paso por las pistas, pero que luego produjo a la ganadora de G3 Mama Call (Master of Hounds) y a los placé clásicos Ruby Constant (Bahiaro) y Mala Strana (Master of Hounds), además de los ganadores Destined (Don Valiente), Amond (Angiolo) y El Tres Plumas (Il Campione).
Susan Constant es hermana materna del G2 Hauswagen (Housebuster), e hija a su vez de Ilusamente (Intérprete), que supo vencer en el Clásico Bolivia (L) porteño a los 3 años.
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