Con ellas no se juega: Vida Amorosa va por más en Palermo
- Turf Diario
- 11 jul
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La hija de Safety Check se mide con los machos en el Diamond Jubilee y quiere dejar claro que, en los 1000, las yeguas mandan

La excelente reunión que preparó para este viernes el Hipódromo Argentino de Palermo tendrá un segundo paso en el plano clásico con el Diamond Jubilee (1000 m, arena), que, bajo escala de peso por edad, medirá un cotizado grupo de velocistas de 4, 5 y 6 años.
La ocasión puede servir para que aquellos que sostienen que las yeguas son más veloces que los machos, sigan sumando razones para afianzar esa creencia. Esta vez, la representante de aquellos será la buena de Vida Amorosa, que tiene largada abierta e ideal como para hacer pesar su notable velocidad, esa que sostiene últimamente hasta el disco, ya sea para ganar como para dar pelea.
Titular de los clásicos Lotería de la Ciudad de Buenos Aires (G3), Irlanda (G3) y General Güemes (G3), la hija de Safety Check viene de un notable tercero en el Clásico Coronel Pringles (G3), cuando quedó a medio cuerpo y ventaja mínima de En Un Rincón (Manipulator).
En esa misma carrera fue quinto El Mejor Recuerdo (Il Campione), el rosarino que antes había dado el gran golpe ganándole a Lagoa Azul (Lenovo) y al tricampeón Labrado (Le Blues) en el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (G1). Quiere recuperar imagen el crédito de Daniel Cima, y vaya si le sobran virtudes para conseguirlo.
En el Pringles fue segundo Azúcar Negro (Angiolo), dándole continuidad a una campaña bien pareja y que arrancó oficialmente en los especiales Encuentro Provincial. Esta es, sin dudas, una oportunidad como para seguir afianzándose entre los sprinters tops.
Aires de Gloria (Angiolo) y el pampeano Príncipe Soñado (Fragotero) vienen de hacer el 1-2, separados por solo el hocico, en el Clásico Prensa Hípica (L), y ahora ambos volverán a estar en los partidores en pos de otro resultado positivo.
Ahora, bajo la preparación de María F. Alvarez y Wálter Suárez, Bailarín de Venecia (Angiolo) intentará darle una vuelta de tuerca a su nivel, tras insinuarse como un velocista importante en el inicio de su campaña. Pan y Circo (Qué Vida Buena) reprisa con su peligrosidad habitual.
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