D'Or Van consiguió a los 8 años el primero éxito clásico de su vida

El hijo de Van Nistelrooy guapeó para llevarse por ventaja mínima sobre Suspiro Encantador el Ingeniero Pedro Benoit

LA PLATA.- A los 8 años, y después de una trayectoria dilatada, el incansable D'Or Van se dio el gusto de alcanzar el primer triunfo clásico de su campaña, quedándose este jueves en el Bosque con el Ingeniero Pedro Benoit, disputado sobre 1200 metros sobre pista de arena normal.

En una carrera donde precisamente no sobraban las luminarias, el hijo de Van Nistelrooy hizo pesar su  mayor experiencia para derrotar guapamente y por el hocico al enorme favorito Suspiro Encantador (In the Dark), que prometía un dividendo exiguo de $ 1,15.

Le sobraban arrimes en este nivel al alazán del Stud El Estable, pero nunca había logrado festejar; ahora esa racha se terminó mediante una gestión que mezcló velocidad con valentía. Adelante desde el salto, tuvo la presión de Quiero Flan (Qué Vida Buena) durante gran parte del recorrido. Una vez en la recta, cuando logró sacarse de encima a ese rival, apareció por dentro el preferido del público para ponerlo en aprietos.

Sin embargo, sus esfuerzos resultaron estériles, pues D'Or Van guapeó para mantener en el disco la breve diferencia mencionada, todo tras una marca de 1m12s11/100, tras parciales de 24s42/100 y 47s40/100.

A1 1/2 cuerpo, Quiero Flan completó la trifecta, con 6 más hasta Earshot (Suggestive Boy). A una cuadra, los compañeritos Don Saturno (Blood Money) y Baguette Scat (Knockout) terminaron cerrando la marcha.

Preparado por Abel Saavedra, D'Or Van contó con una precisa conducción por parte de Walter Aguirre, que terminó llevándose los dos clásicos de la semana en el sur, ya que el martes se había lucido en las riendas de Sapporo (Japan), vencedor en el Hipódromo de La Plata (G3).

Criado por el Haras Firmamento, fue la décima conquista en 48 salidas para el nieto de Fitzcarraldo, duodécima cría de Gold Fitz, primera de tenor jerárquico.

Con varios arrimes importantes, y siempre la tenacidad como bandera, D'Or Van se dio el gusto de alcanzar esa victoria que tanto buscó a una edad donde, generalmente, pocos son los que llegan a rendir al máximo.