La yegua argentina terminó tercera de la campeona canadiense Moira en el Breeders' Cup Filly & Mare Turf (G1)
Por Diego H. Mitagstein (Enviado especial de Turf Diario a Del Mar, California)
DEL MAR, California (De un enviado especial).- No fue doblete argentino en la Breeders' Cup por esas cosas que tienen las carreras. Didia no ganó el Filly & Mare Turf (G1-2200 m, césped, US$ 2.000.000) por poquito, pero ayudó a redondear la gran tarde de nuestra hípica y la sudamericana en Del Mar, ratificando su enorme calidad, su pasta de campeona, encontrando, en cierta forma, revancha de lo que le había pasado en esta misma prueba hace 12 meses, cuando el desarrollo le jugó una mala pasada.
La hija de Orpen que prepara Ignacio Correas (h.) pudo haber ganado, pero llegó a medio cuerpo y hocico de Moira (Ghostzapper) y la favorita Cinderella's Dream (Shamardal), cargando con potencia en el derecho. La derrota valió por un triunfo, y no hay que cansarse de repetirlo.
Hubo un par de momentos influyentes en el desarrollo que pudieron cambiar la historia. Como cuando en el opuesto Flavien Prat movió a la ganadora para ubicarla por delante y por fuera de la argentina, con toda la impresión de que advirtió que José Ortíz venía parando.
Luego, al llegar la parte final del codo, Prat movió a Moira y sacó un par cuerpos, ganándole el tirón a Didia, que arrancó un poquito más tarde y no pudo descontar todo lo que necesitaba, aunque abreviando considerablemente el margen que le habían sacado.
"Estoy contento porque la yegua corrió muy bien. A veces no podés conseguir la victoria, pero que respondan también nos satisface. Veníamos en muy buena posición, encontramos el pase en los 300 y la yegua respondió. Moira hizo una movida temprana y Didia venía relajada y entendí que no era tiempo de pedirle un esfuerzo. Corrió espectacular, ante un grupo muy fuerte. Así le gusta a Nacho que la corra", contó José Ortíz, satisfecho con el nivel de la campeona.
Por su parte, Correas explicó: "Esperábamos una carrera así. Encontramos el problema que había tenido hace dos meses cuando corrió acá. Estuvimos cerca, no se pudo ganar, pero por lo menos demostramos que podemos ser muy competitivos contra las mejores yeguas del mundo. Estoy feliz por Didia, que merecía esto; su última carrera parecía un drama, habiendo entrado a 2 cuerpos, porque siempre se le exige mucho. Estoy contento por el equipo y por mí. José hizo lo que le pedí y tuvo un desarrollo soñado, son carreras duras, se ganan y se pierden, pero demostró su verdadero nivel".
Didia estuvo a nada de su triunfo soñado, pero, más allá de que no llegó, su corazón brilló y dejó en alto la bandera del turf sudamericano. Otra vez. Como siempre.
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