La hija de Cityscape ganó con solidez el Clásico Aníbal Etchart, sobre la recta de césped del Hipódromo de San Isidro, y los turnos de grado parecen estar esperándola
Pasito a pasito, la buena de Durmia se va afirmando cada vez más en las carreras importantes de la velocidad sobre el césped del Hipódromo de San Isidro y, después de su victoria de este domingo en el Clásico Aníbal D. Etchart (1000 m, césped), luce lista para subir el escalón hacia las pruebas de grado.
Con Francisco Leandro regresando a su silla y cargando intermedios 57 1/2 kilos, la hija de Cityscape dominó de principio a fin, manteniendo siempre a raya a la topweight Doña Chila (Peten Itza, 59), que, finalmente, terminó como escolta a 1 1/2 cuerpo. A 1 largo más, Lindaflor La Violeta (Most Improved, 56) fue tercera, todo tras 55s44/100.
Hanau (Manipulator, 57), favorita y la gran enemiga de Durmia en los papeles, se lesionó al promediar el recorrido y no pudo cruzar el disco, siendo desmontada por Jorge Peralta, su jinete.
Propiedad del Stud Cuatro Zetas, criada por el Haras Tiveres y preparada por Elvio Bortulé, Durmia venía de imponerse en el Clasico Potri Pe, y antes había sido escolta de la mencionada Hanau en el La Troienne. Con 5 triunfos sobre 17 presentaciones, y transitando sus 4 años, la zaina nieta de Footstepsinthesand tiene aspiraciones mayores para sus próximas actuaciones, y habrá que respetarla al máximo.
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