El Ernesto armó su atropellada temprano y liquidó a sus rivales

El hijo de Señor Candy pasó de largo en el derecho para quedarse con el Clásico Orange (L), en la victoria más importante de su muy buena campaña

El Ernesto fue imparable cuando arrancó / JUAN I. BOZZELLO

Cargar el peso máximo de 59 kilos no fue problema alguno para El Ernesto, cuya atropellada fue incontenible en el Clásico Orange (L), la prueba principal del miércoles en el Hipódromo de San Isidro y que se corrió sobre 1400 metros en la pista auxiliar de arena.

Bajando desde los clásicos, tras un notable segundo en el República de Brasil (G3) y un bastante más flojo cuarto en el New Dandy, siempre en Palermo, el hijo de Señor Candy volvió a mostrar su mejor nivel para conseguir su tercera victoria en el plano jerárquico, primera de ellas fuera del ámbito de La Plata, donde ya se había alzado con los especiales Ondine y Talavera.

Con Kévin Méndez en sus riendas, el zaino del Stud El Tata Viejo, de Neuquén, vino cerrando la marcha mientras Mr Drake (Víctor Security, 55 1/2) marcaba el camino con parciales firmes de 24s70/100 y 47s68/100.

Relajado, El Ernesto comenzó a mejorar abierto en la curva y, cuando pisó la recta, cambió de mano rápidamente para empezar a preparar su carga. Lo enriendó Méndez y la reacción del ganador fue espectacular.

Salió con fuerza, alcanzó por los 400 metros al líder y lo terminó superando unos segundos más tarde, desprendiéndose con mucha facilidad de allí en adelante. El disco lo encontró con 2 1/2 cuerpos de ventaja sobre Mario's Rim (Remote, 54 1/2), con Louis CK (Daddy Long Legs, 52) en tercero al anca.

Cansado, el favorito Mr Drake fue cuarto a 1 largo más, pero en buena actuación, cerrando la marcha Flying to the Sky (Señor Candy, 58) y Giant Rimout (Remote, 56 1/2), de los que se esperaba muchísimo más. El tiempo de la carrera fue de muy buenos 1m22s78/100.

Preparado por Víctor F. Villanueva, y de la cría del Haras La Pasión, El Ernesto tiene por madre a Es Bonita (Dynaformer), hija a su vez de Esther Rose (Seeking the Gold), una hermana materna del fenomenal Orpen (Lure).

El Ernesto sumó su octavo lauro en 22 salidas y dejó claro que, cuando rinde al máximo, es bravísimo.