El campeón ratificó todo lo bueno que había generado tras ganar el 9 de Julio (G2) y ofreció una demostración espectacular para llevarse el Engrillado y el derecho a ser nominado en los próximos días por Argentina de cara a la prueba continental
En un par de meses Irwin volvió a ser lo que solía ser: el mejor caballo del país. Después de un 2022 para el olvido, que se perdió entre su viaje a Dubai, cambios de entrenadores y un par de actuaciones fallidas, el zaino está otra vez en su plenitud y este viernes en el Hipódromo de San Isidro lo dejó clarísimo.
Tras una gran reprise con triunfo en el Clásico 9 de Julio (G2), sobre una milla, ahora el hijo de Seek Again estuvo impactante para llevarse el Clásico Engrillado (2000 m, césped), la prueba que se organizó como preparatorio para el Longines Gran Premio Latinoamericano (G1) de octubre próximo en la misma pista verde del Jockey Club Argentino.
El campeón mantuvo su invicto desde que es preparado por Pablo Sahagián y la prueba continental se hizo de un candidato, si es que finalmente su presencia es confirmado mediante alguna de las invitaciones que tiene nuestra hípica, por suerte, con varios ejemplares importantes de por medio.
Irwin fue el número uno en 2021, cuando ganó la Polla de Potrillos (G1) y el Nacional (G1), entre otras carreras, y lo vuelve a ser ahora, mostrándose a pleno, encontrando un socio ideal en el jockey Wilson Moreyra y con el esfuerzo que cada mañana pone en la cancha el equipo encabezado por el querido Turco y del que también forma parte Lucrecia Carabajal, otra pieza fundamental en este regreso a la cima para el crack.
El Clásico Engrillado aparecía como una carrera bien difícil, con rivales ásperos, duros, buenos. Sin embargo, el gran favorito resolvió todo con una solvencia fantástica, como si detrás no hubiera varios ganadores de G1, sino simples jornaleros. Así de bueno fue Irwin.
En un desarrollo que, como se preveía, tuvo a Love the Races (Hurricane Cat) marcando el camino, Moreyra dejó al caballo criado en el Haras Carampangue en la segunda posición, a unos 4 ó 5 cuerpos, sin impacientarse, sabiendo que debajo traía máquina para soñar.
El ganador del Estrellas Mile (G1), que por primera vez competía en los 2 kilómetros, vino corriendo adelante con algunas libertades, pero ritmo sostenido para una cancha que no está bueba. Llegó a la recta allí y rápido intentó marcar diferencias. Pero bastó que Moreyra le diera intención a Irwin para que el defensor del Stud Volver al Futuro tomara una acción para entusiasmarse grande, al tiempo que achicaba las ventajas.
Por los 400 metros pasó al frente Irwin y desde más atrás salió en su búsqueda el récord horse Satu (Catcher In the Rye), carga que repelió con muchísima categoría para luego desprenderse y cruzar la meta con 5 cuerpos de diferencia y en un tiempo de 2m3s16/100. En el disco, y cargando largo, Star Galán (Galán de Cine) le quitó por el hocico la posición de escolta a Satu, con El Cid Campeador (Il Campione) reprisando bien para llegar cuarto a 3 largos más. Cansado, Love the Races remató sexto y anteúltimo, dando señales de que quizás la distancia no sea lo suyo.
Queda un mes y medio para el Longines Latinoamericano y no hay quien después de lo que se observó ayer no vea ya a Irwin defendiendo el prestigio nacional como cabeza de un grupo que puede ser fuerte.
El caballo que lo ganó todo, que una vez dio positivo, que cambió de entrenador repetidamente, que hasta se disparó del Campo 2 por las calles linderas, por suerte sin sufrir daños, ahora enderezó el camino y empezó a dedicarse a lo que más sabe: ganar carreras y mostrar su talento diferente. El mejor Irwin, está de vuelta. Salud.
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