El hijo de Il Campione se quedó con el Gran Premio Polla de Potrillos (G1) de Palermo, en enorme actuación
Miguel Cafere lo sostuvo desde el día uno: El Musical era un caballo distinto. Y tenía razón. Después de correr un par de carreras que no debió haber corrido, de bajar un cambio y de entonarlo en una condicional, el zaino que había maravillado a todos cuando ganó por un campo el Clásico Crespo (G3), encontró la gloria máxima alzándose este sábado en la mítica arena del Hipódromo Argentino de Palermo con el Gran Premio Polla de Potrillos (G1).
Por fin pudo demostrar toda su clase el hijo de Il Campione, darlo todo sin impedimentos físicos o piedras en el camino que se entorpecieran ante una consagración. Miguel lo esperaba y encontró en Juan Cruz Villagra el intérprete perfecto para alcanzar su mejor logro, el primero de G1 para el Stud Mamina, aunque parezca mentira.
En una carrera durísima, El Musical hizo todo para ganar, y ganó. Siempre vino prendido, primero dejando que Justo Amigo (Zensational) saliera a marcar el camino, empezando a poner presión en la parte inicial del codo y empezando a hacerse protagonista central poco antes de ingresar en la recta final.
Como siempre la acción del zaino era convidadora, pero ahora debía mantenerse, algo que no había podido conseguir ni en el Gran Premio Montevideo (G1) ni en el Gran Premio Estrellas Juvenile (G1). Pero este era un El Musical distinto, pleno, listo para la hazaña.
Ya en la recta se afirmó al frente y por el centro Natan (Señor Candy) aceleró fuerte, incluso, dando la sensación de que iba a comprometerlo. Sin embargo, tuvo una marcha más el ganador, que detuvo por medio cuerpo el embate del generoso zaino de Las Monjitas, que por tercera vez consecutiva terminó segundo en un G1.
A 2 1/2 largos, Niño Guapo (Catcher In the Rye) olvidó "su versión" Cané para ser el de antes, el que venía estirado y arriba se arrimaba. Llegó tercero y ahora en el alargue de las distancias esperará volver a mostrar su mejor versión.
Sea Wolf (Fortify) terminó cuarto 1 1/2 cuerpo más, en más que aceptable labor llegando desde una línea inferior, y la gran decepción corrió por cuenta de Subsanador (Fortify), en la peor de su vida.
No fue el día del mejor 2 años de la temporada, que inexplicablemente quedó de los últimos temprano y que al pisar la recta encontró tropiezos y golpes, haciéndosele imposible remontar de allí en adelante. Más por vergüenza que por otra cosa, quedó quinto, pero en una de esas actuaciones con gusto a nada.
Como para darle un tono casi épico a su triunfo, hay que decir que El Musical empleó un tiempo de 1m32s35/100 (siempre y cuando le creamos al teletimer porteño), uno de los más rápidos de todos los tiempos, casi 2 segundos por debajo del 1m34s14/100 que le tomó un rato antes a Una Arrabalera (Cima de Triomphe) quedarse con la Polla de Potrancas, sobre una cancha en un estado formidable.
Criado por el Haras El Paraíso y con una velocista estupenda como Rhythm and Soul como madre (Bahiaro), El Musical dio por fin todo lo que tenía, se consagró en el Gran Premio Polla de Potrillos (G1) y ahora comanda una generación repleta de talentos, que promete una última parte de la temporada emocionante.
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