La hija de Il Campione volvió a los clásicos después de varios meses y se llevó con total autoridad el La Troienne (L)
Hacía más de 7 meses que Eleven Mile no corría un clásico, precisamente, desde que había sido tercera en el Olavarría (G3) -el 13 de abril-, sobre la recta de césped del Hipódromo de San Isidro. Este domingo, y después de dar la nota en una condicional, la yegua del Stud Los del Vallenses volvió al plano mejor rentado y fue para festejar.
Con una sólida actuación de por medio, subió varios peldaños en el ranking de las sprinters que compiten en la grama quedándose con el La Troienne (L-1000 m), aprovechando el peso intermedio/bajo de 54 1/2 kilos que le tocó en el reparto y la poca oposición que encontró en sus únicas 5 rivales.
Con Gustavo Calvente en sus riendas, la zaina vino siempre al son de la banda a la par de Soy Atorranta (Angiolo, 53), pero siempre con una acción mucho más motivante. Con el correr de los metros esa paridad se rompió y desde los 400 metros lo de la hija de Il Campione fue demoledor.
Casi como si recién largara, empezó a distanciarse de Soy Atorranta y del resto, abriendo ventajas paulatinamente hasta cruzar el disco con 5 cuerpos sobre Durmia (Cityscape, 56), cuya tibia carga nunca llegó a preocupar a la ganadora. A 1 largo más, la potranca Enjoy Dancing (Hi Happy, 54 1/2) sumó otro placé valioso para su campaña, mientras la favorita Lindaflor La Violeta (Most Improved, 57) quedaba apenas cuarta a 2 más. El tiempo de 54s58/100 fue más que bueno, acorde para una tarde de cancha ligera.
Criada por el Haras El Paraíso -en una racha interminable- y presentada por Mario B. Villamarín, Eleven Mile se transformó en el ganador clásico número 30 para el padrillo Il Campione en el país, de los cuales 19 se impusieron en pruebas de grupo y 8 lo hicieron en G1.
En Night Walker (Sebi Hale), simple ganadora en La Plata, y en una rama de una línea materna del Haras Ojo de Agua que tuvo poco brillo en los últimos años, Eleven Mile llegó a su cuarto festejo, se hizo clásica y ahora tiene terreno para seguir creciendo en la división, con apenas 4 años y en plena etapa de alcanzar la madurez.
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