El jockey, que desde marzo volvió a correr en los máximos, consiguió con la yegua de La Nora su primer triunfo importante en esta nueva etapa de su estupenda trayectoria
LA PLATA.- Desde su regreso a los máximos, en marzo, Horacio Betansos fue ganando confianza y posibilidades de a poco. El jockey de Forty Licks (Not for Sale), Angiolo (Grand Reward), Rubio First (Lode), Nativo del Sur (Dark Brown), Vanguarda (Sekari), Coalsack (Algenib) e Inminente (Intérpre), entre otros, sumó algunos triunfos, pero este martes consiguió el más importante en esta nueva etapa, guiando con su habilidad habitual a Elmasa para quedarse con el Especial Chevillard (1400 m, arena normal).
Profesional de cualidades superlativas, liviano siempre (pesó 52 1/2 kilos...) condujo a la yegua del Stud-Haras La Nora con su librito, paciente, sin preocuparse por ritmos ajenos o espacios que no aparecían y en el derecho hizo uso de su experiencia, sacando en un abrir y cerrar de ojos a una tercera línea tras venir sin perder un metro, esperando para dominar, dominando con poco rigor y controlando todo arriba.
La hija de Asiatic Boy terminó doblegando por 1 largo a Corra Candy (Señor Candy, 56), con la favorita Zapping (Asiatic Boy) cruzando el disco en tercera posición a 3/4 de cuerpo, todo tras 1m24s70/100.
Criada por Al Adiyaat Argentina SA. en Wilgerbosdrift Argentina, el campo que maneja Alejandro García Romero en Sierra de los Padres, fue el cuarto triunfo de Elmasa sobre 17 presentaciones, y el más trascendente de su campaña, a través de la cual ya lleva recaudados 4.319.257 pesos.
Se trata de la tercera cría en el país de Empire Baby (Easing Along), una hermana materna del múltiple titular de G2 Empire Aztec (Editor's Note), y cuya abuela no es otra que la fantástica Elysee (El Gran Capitán), fundadora de una dinastía de campeones.
Camino a los 1000 triunfos, para Betansos, que estuvo largo tiempo radicado en Mendoza, esta nueva etapa va tomando velocidad y llegando los éxitos que le vuelven a dar protagonismo, como para encontrar confianza en los preparadores y demostrarle a todos que el ser buen jockey no se olvida fácilmente, por más que el tiempo pase.
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