Se cumple el 40 aniversario de un evento que es una fiesta para el turf nacional, aunque será el primero sin José Luis Grimaldi, su fundador, en el martillo
LA FRANCIA, Córdoba.- Por muchos motivos no será un remate más el que se vivirá este sábado en el Haras Don Florentino, en este pequeño pueblo cordobés, cerquita de San Francisco. Será la versión número 40 de un verdadero clásico de los eventos anuales del turf nacional, que revolucionó las ventas con su formato innovador y su sentido de fiesta.
Pero, también, será el primero en el que el popular José Luis Grimaldi no baje el martillo para adjudicar algún potrillo, le haga una broma a algún desprevenido o le haga llevar de prepo una torta a un invitado, para colaborar con los chicos de la escuela.
El Gringo viajó hace algunos meses a la Tribuna Cielo, y desde allí sigue el legado que transmitió a sus hijos Luis y Lucas y a su nieto Luciano, y sigue alentando sus colores blanco y verde a rayas horizontales con gorra rosa con la misma pasión que lo hacía cuando estaba entre nosotros, guardando algún boleto en el bolsillo, claro.
En el editorial de su catálogo, Don Florentino se plantea: ¿Festejamos? Y luego de un repaso histórico, de enumerar hitos y de admirar todo lo que pasó y provocó el remate en estos últimos 40 años se llega a un "¡Sí, festejamos" imposible de eludir.
No estará el creador de la fiesta, el burrero que disfrutó de Alavino (Never), Piávolo (Farley), Le Soleil (Laramie Trail) y Mascardi (Mariache), o que hace más de una década concretó la llegada de Qué Vida Buena (Bernstein) a la padrillera de la cabaña, pero estarán los herederos de su pasión y muchísimos de sus amigos, esos que siempre lo acompañaron y que lo siguen haciendo.
El Gran Remate de Don Florentino volverá a ser una fiesta, mezclando los caballos con el espectáculo y la música, en un cóctel que hace unas horas nomás hizo vivir de otro momento especial a todos en el Haras Tradición, en la cercana localidad de Arrufó, en Santa Fe, con los Grimaldi entre los invitados, observando como el sendero que en su momento trazaron, hoy es guía para muchos.
La subasta, cuyas preofertas se encuentran activas, arrancará a las 14 horas de este sábado, en las instalaciones de la cabaña, y entre los lotes que se ofrecen se cuentan 30 productos 2022 hijos del mencionado Qué Vida Buena, de los campeones Touareg (Easing Along) y Strategos (Zensational) y del G1 Perro Callejero (Qué Vida Buena). Además, se dispersarán 11 productos 2023 y 6 yeguas madre, con la modalidad de que el haras ya dio a conocer la base de los mismos, algo poco habitual en general.
Entre las piezas que pasarán por el ring de ventas destaca la potranca Poesía Callejera (Qué Vida Buena y Street of Love, por Catcher In the Rye), la propia hermana de Perro Callejero y del ganador clásico Bar de Copas, y de la cuál se ofrecerá el 50 por ciento de su propiedad.
También se venden Take Away (Touareg y Take It, por Mt. Livermore), hermano materno del G3 Take It All (Catcher In the Rye) y del clásico Take That (Qué Vida Buena); El Estadista (Qué Vida Buena), la primera cría de la recordada ganadora clásica Estadista Rate (Exchange Rate); Lun de París (Qué Vida Buena), producto inicial para Joy Roxy (Fortify); Me Verán Ganar (Touareg y Visión Lejana, por Exchange Rate), la hermana materna de Ni La Ven (Qué Vida Buena) y de la que también se subastará la mitad de su propiedad; y Perra de La Calle (Perro Callejero y La Filósofa, por Matthis), hermana materna de la clásica La Influencer (Qué Vida Buena).
Las carpas están armadas, las mesas servidas y en Don Florentino solo falta escuchar la campana de largada para que comience una fiesta inigualable, con artistas por doquier y el nexo de los caballos, de comprar una ilusión pensando en ganar carreras importantes. Todo aquello que el Gringo sembró durante tanto tiempo es un tesoro que está más que bien custodiado por sus sucesores, con el mismo cariño de siempre...
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