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En otra actuación generosa, Lambourn ratificó su liderazgo venciendo en el Irish Derby

  • Foto del escritor: Turf Diario
    Turf Diario
  • 30 jun
  • 2 Min. de lectura

El potrillo de Coolmore derrotó por 3/4 de cuerpo a su compañero Serious Contender y le dio la 17ma. victoria en la carrera a Aidan O'Brien, su entrenador


Lambourn fue una muralla en The Curragh / COOLMORE
Lambourn fue una muralla en The Curragh / COOLMORE

CURRAGH, Irlanda (Especial para Turf Diario).- El doblete está completo. Lambourn confirmó todo lo bueno que había mostrado hace pocas semanas en Epsom y volvió a hacer gala de su clase y solidez este domingo en el Dubai Duty Free Irish Derby (G1), la carrera más importante para los 3 años aquí. Con otra tarea madura, sin estridencias pero de gran eficacia, el pupilo de Aidan O’Brien y Ryan Moore resistió la carga final de su compañero de equipo Serious Contender  (Wootton Bassett) y se consagró como el líder indiscutido de la generación en Europa.

Haciendo honor a su nombre -el pueblo inglés estrechamente ligado a la hípica y donde reside el propio Moore-, Lambourn mostró una vez más la genética de campeones que lo respalda. Hijo de Australia y nieto del inolvidable Galileo, no sólo emuló a su padre, que ganó ambos Derbys en 2014, sino también a su abuelo, que hizo lo propio en 2001. Y, de paso, entregó a O’Brien su 17ª victoria en la carrera desde el año 1997. Un dominio sencillamente abrumador.

Criado por Coolmore, Lambourn fue nuevamente un modelo de profesionalismo. Salió con decisión, se mantuvo en el grupo de adelante, y cuando Moore le pidió el esfuerzo en los 400 metros finales, respondió como lo hacen los caballos de verdad. Aguantó el avance de Serious Contender, que descontó con fuerza, y cruzó el disco con 3/4 de cuerpo de ventaja, dejando a Lazy Griff (Protectonist)en tercera posición, a 2 1/2 cuerpos.

“Crecí viendo los Irish Derby y a los grandes caballos que los ganaban, así que esta carrera es muy especial para mí”, confesó Moore tras la carrera. “Lambourn es un caballo muy relajado, que hace lo justo y necesario, pero cuando se lo exige responde. Es un típico hijo de Australia: tiene fondo, es franco y muy consistente”.

O’Brien, que no se cansa de escribir capítulos en los libros de historia, fue todavía más gráfico: “Es como su padre: si lo ponés en primera, va en primera; si lo ponés en tercera, se queda en tercera. Hace lo que le pedís, sin exagerar, pero siempre con ganas de agradar. Tiene fondo, es muy sano, muy noble, y creo que vamos a verlo mucho en los grandes escenarios”.

De hecho, el propio entrenador deslizó que los próximos pasos podrían incluir desafíos aún mayores: “Puede ser un caballo para el King George VI & Queen Elizabeth Stakes (G1), y también para el Prix de l’Arc de Triomphe (G1). Tiene todo para competir en ese nivel”.

La generación empieza a ordenarse. Y por ahora, el trono está en manos de Lambourn.



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