Es en la comparación interanual entre 2022 y 2023, con un total de crías reportadas hasta el momento de 18.143, lo que, se estima, sería un entre un 85 y 90 por ciento del total
El Jockey Club de los Estados Unidos reportó este miércoles que un total de 1248 padrillos cubrieron 28.548 yeguas madre durante la temporada de 2022, lo que derivó en 18.143 nacimientos este año. La entidad estima que ese número está completo en un 85, 90 por ciento, y que, a esta altura de la recopilación de datos, es un 2,5 menor a lo que se había anunciado hace 12 meses, con 18.609 productos "terminados". La proyección total está en el rango de los 18.500 nacimientos.
El número de reproductores en actividad vio un descenso del 4,2 por ciento desde los 1303 que se "utilizaron" en 2021, y el mismo camino siguieron las yeguas madre que descendieron el 1,8 por ciento con 29.065 recibiendo al menos un salto que hace 2 años.
Kentucky, como siempre, lidera en materia de estados dentro de la actividad de cría del caballo de carrera, con los padrillos allí establecidos cubriendo el 58,9 por ciento de las reproductoras y los hijos de aquellos caballos comprendiendo un 63,7 por ciento de los potrillos y potrancas nacidos.
Fueron sólo 4 los estados que vieron aumentada su producción en 2022, pues, además de Kentucky, se contaron New York, Maryland e Indiana, mostrándose a la baja California (un 12,7 %), Florida (un 10,6 %), Louisiana, Ontario (un 25,1 %), Pennsylvania (un 26,5 %) y Oklahoma (24,9 %).
Las estadísticas incluyen 227 productos de padrillos residentes en los Estados Unidos, pero nacidos en el exterior (46 más que en 2022), y que reportaron los Stud Books extranjeros al cierre del trabajo. Arabia Saudita (71), Corea (49), Japón (32) e Irlanda (26) lideran en esa estadística.
Además, se cuentan 67 yeguas madre servidas por 23 padrillos en tiempo del hemisferio sur y cuyas crías todavía no nacieron, números que también subieron en la comparación con el año anterior.
Los Estados Unidos continúa con tendencia a la baja en su número de nacimientos, lo que ha convertido la industria en bastante más competitiva a la horas de los remates, reduciendo a la mitad ese número en cuestión de un par de décadas.
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