En el Clásico Haras Ojo de Agua (L) se dio la lucha al frente que se preveía y el alazán sacó el mejor provecho de su atropellada

El Clásico Haras Ojo de Agua (L-1400 m, césped), la otra carrera por encima de lo común de la muy buena jornada del viernes en el Hipódromo de San Isidro, era la historia de un final anunciado.
Con el topweight de 60 1/2 kilos de por medio, y bajando de nivel después de correr con suerte diversa 3 pruebas de G1, Estero de Ibera encontraba el panorama perfecto para sacarle provecho a su atropellada, con una probable lucha por la punta entre Midnight Runner (Forge, 54) y London Boy (Greenspring, 57 1/2) que, de darse, le facilitaría las cosas.
Y así fue finalmente, con el alazán del Stud Black Level y Francisco Leandro, su jockey, relamiéndose, cuando aquellos salieron a correr adelante en lucha, separados por varios cuerpos del resto y en parciales firmes.
Midnight Runner largó presto y fácil apareció adelante, pero Pablo Carrizo remó y remó con London Boy para alcanzar a su rival y plantearle pelea, con el resto quedando a la expectativa.
Llegó el derecho y London Boy plantó bandera, situación que le permitió a Kevin Banegas dominar, pegarse a los palos e intentar disparar con el valiente Midnight Runner, pero casi no tuvo tiempo de disfrutarlo.
Leandrinho sacó del stand-by a Estero de Ibera, lo enriendó y el pupilo de María F. Alvarez y Wálter Suárez hizo su trabajo a la perfección, pasando de largo y poniéndole candado a su triunfo. En la meta marcó 4 cuerpos sobre Midnight Runner, que volvió a correr bien, mientras a 2 1/2 más Zaatar (Hurricane Cat, 54) quedaba tercero en su bautismo jerárquico. Full Golyat (Full Mas, 55 1/2) fue cuarto a otros 10 y London Boy terminó último a 25 1/2, pagando caro el esfuerzo del inicio y dejando en claro que su mejor momento ya pasó.
El tiempo de 1m20s70/100 no hace más que aportar otro dato positivo a una conquista interesante para el hijo de Il Campione y Rachel Miscou (Bahiaro), el octavo de su campaña sobre 26 salidas y el cuarto de ribetes fuera de lo común, pues también cuenta en su palmarés con el Clásico Pedro Chapar (G3) y con los handicaps Picacero e Intérprete, además de varias figuraciones de grado.
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