El jockey líder en Argentina tuvo una vuelta a casa ideal y se mostró feliz tras ganar el Grande Premio Sao Paulo con Kenlova
Después de su infernal 2023, cuando consiguió el objetivo de batir el récord argentino y sudamericano de carreras ganadas, Francisco Leandro avisó que esta temporada levantaría un poco el pie del acelerador.
Si bien su ritmo de triunfos no cede, es cierto que el líder de las estadísticas en Argentina está compitiendo mucho menos -más que nada en La Plata- y también tomándose el tiempo para disfrutar de otras sensaciones, como, por ejemplo, volver durante el último fin de semana a Cidade Jardim, en San Pablo, Brasil, para ser parte del festival de carreras más importante del año en la pista que lo vio nacer y hacerse grande.
Mejor no podría haber salido la experiencia para Leandrinho, que con la yegua Kenlova se dio el gusto de ganar el Grande Premio Sao Paulo (G1), levantando una copa que le faltaba a su vitrina.
"La verdad que volver a casa es siempre lindo y encima poder haber ganado una carrera tan importante, con mi gente, mi público, tantos que me vieron crecer y desarrollarme en lo profesional", cuenta Francisco sobre esta experiencia en Cidade Jardim.
Sobre la carrera en sí, el jinete explicó: "Es una gran yegua, una crack, y lo demostró en una carrera tan difícil. Me ayudó en todo el desarrollo y cuando le pedí el esfuerzo final respondió de la mejor manera. Su gente seguramente se habrá asustado cuando la vio quedar tan lejos, pero era lo que tocaba y sabía que podíamos remontar".
Luego, Francisco sumó: "El año pasado no había podido venir porque tenía montas importantes cuando me invitaron, pero ahora no me lo quería perder. Ahora seguramente vaya a correr el Grande Premio Brasil (G1) en Gávea, Río de Janeiro, y la idea es volver para montarla de nuevo e intentar disfrutar de otro gran momento. Ella es muy buena y puede conseguir cualquier hazaña".
Para Francisco Leandro atravesar por el esplendor de su carrera como jockeys es un reporte permanente de grandes momentos, ya sea en la Argentina, donde es dominador, o en Brasil, su casa, donde aprendió el oficio que lo hizo grande.
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