Al cabo de 300 metros impresionantes, el potrillo del Stud Gran Muñeca superó por ajustado margen a Touch the Stars y Menino do Río para llevarse la carrera patria ante mucho público, en San Isidro
Por Diego H. Mitagstein
Finales como el que se dio este sábado en el Gran Premio 25 de Mayo (G1-2400 m, césped normal) son los que hacen que uno se enamore cada día más de lo fantástico que es el mundo de las carreras de caballos y de los caballos de carrera. Son de esos con los que cualquiera que llega por primera vez al deporte se queda impactado, maravillado; que los dejan con ganas de más.
Es un todo junto increíble; arte, belleza, atleticismo; destreza. Un impacto único y que sólo se puede encontrar en la hípica, que se aferra a su espectacularidad para seguir su camino a través del tiempo; eso, su tradición, también es un fuerte, conformando entre todo un cóctel atractivo, que eclipsa, hipnotiza.
Full Keid (Full Mast), Touch the Stars (Fortify) y Menino do Río (Fortify) le regalaron al mucho público que estuvo en el escenario del Jockey Club una foto que jamás olvidarán. Un cierre a pura emoción después de una milla y media de galopar fuerte, cada vez más rápido.
Fueron 200 metros finales épicos, donde Menino do Río fue un canto al coraje buscando resistir tras hacer la punta en pos de hacer historia y quedarse con la carrera patria por segunda temporada seguida; en los que Touch the Stars luchó a brazo partido ante la incomodidad de los palos, sin entregarse nunca; con un Full Keid cuya aceleración pudo un poquito más que la guapeza de sus dos rivales, devolviéndolo a los primeros planos y quedándose con su segundo disco de G1 de 2024.
Fue de medio pescuezo y pescuezo la diferencia que los separó a los 3 en el photochart, con el resto ya más lejos y fuera de la foto, después de un desarrollo que Juan Carlos Noriega manejó a la perfección desde las riendas de Menino do Río.
El grandote del Stud RDI marcó el paso con firmeza, pero con el jockey cordobés guardándole energías. Fueron de 26s25/100, 49s98/100 y 1m15s69/100 los razonables primeros parciales, cuando Endozing (Endorsement) y Treasure Island (Treasure Beach) se encargaban de perseguirlo. Brian Enrique, en tanto, dejaba sexto por los palos a Full Keid y Pablo Carrizo traía a Touch the Stars en la zaga, a unos 13 cuerpos.
Llegó la recta y, mientras adelante nada cambiaba, Full Keid se arrimaba buscando el centro de la pista y Touch the Stars avanzaba ajustado por la zona interna, dejando la milla atrás en 1m40s40/100. Desde los 300 metros los 3 se fundieron en un mismo cuadro para pelear de allí en adelante, con Full Keid pudiendo algo más que sus adversarios, echándose un tanto adentro y obligando a su jinete a corregir en un par de oportunidades, sino quizás el margen habría sido algo más amplio.
Ganador en febrero del Gran Premio Miguel A. Martínez de Hoz (G1), el potrillo del Stud Gran Muñeca tuvo un mal paso en el Gran Premio de Honor (G1) sobre la arena de Palermo. En su retorno a la grama secundó a Pelo Platinado (Cima de Triomphe) en el Clásico Porteño (G3) y ahora retomó la senda vencedora, bajo las mismas circunstancias que en noviembre lo habían visto quedarse con el Clásico de la Provincia de Buenos Aires (G3).
Bajo la preparación de Diego Peña, Full Keid es hijo del generoso Full Mast y Keila (Pollard's Vision), esta una hermana materna del clásico Kirán (Exchange Rate) y de las madres de la G1 Kiriaki (Catcher In the Rye), de la G2 Key Dance (Freud) y de la G3 Kandara (Catcher In the Rye), en una línea materna de origen en Ojo de Agua.
Full Keid sacó adelante con clase un final maravilloso y que fue el resumen perfecto de todo lo que envuelve el deporte del turf. Por suerte, un montón de gente pudo disfrutarlo...
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