La hija de Curlinello se impuso en el Fallow y mejoró por mucho el tiempo de Zillion Stars en el Bustillo...
El aprendiz Tomás Báez se paró en los estribos de Game Winner y desató un festejo loco, contagioso, emocionante cuando juntos cruzaron al frente el disco del Clásico Fallow (1600 m, césped), la última de las citas jerárquicas del sábado en el Hipódromo de San Isidro. Para la yegua y para el jockey fue el primer grito de ese nivel de sus campañas, y vaya si valió la pena que todos se enteraron.
Entonada por dos victorias condicionales previas, y cargando intermedios 54 kilos, la hija de Curlinello y Girlish Intuition (Orpen) fue imparable cuando atropelló abierta en la recta aprovechando el ritmo frenético que le puso al desarrollo Campeona (Hurricane Cat) y que envolvió y complicó a la gran favorita y topweight Hony Boone (Daniel Boone, 61 1/2), que sin poder hacerse de la delantera, terminó sólo sexta y anteúltima, lejos.
Game Winner, preparada por Carlos Bani y del Stud Doña Serafina, la misma combinación que alguna vez disfrutó de la G1 Giuliet Seattle (Seattle Fitz), terminó derrotando por 2 cuerpos a Canta Bonita (Aerosol, 61), que amagó con ponerla en aprietos, pero rebotó, con Simple Melodie (Endorsement, 57 1/2) ocupando el tercer lugar a otros 5 largos, todo tras 1m33s39/100, un tiempo que mejoró en más de un segundo el 1m34s50/100 que un rato antes establecía Zillion Starts (Cityscape) para llevarse el Clásico Horacio Bustillo (G2); un datazo.
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