La ganadora del Gran Premio Selección de Potrancas (G1) del Hipódromo de La Plata fue vendida para la reproducción; quizás sea servida antes de llegar a su destino final
A muchos les llamó la atención que Gran Mirella (Dabster) no hubiera sido ratificada para correr el último fin de semana el Gran Premio Nacional (G1), en Palermo, como era la idea de Jorge Mayansky Neer, su entrenador, y de Jorge Brunasco, su propietario.
Sin embargo, hubo una razón más que suficiente como para que lo planeado no se cumpliera, ya que la hija de Dabster fue vendida, llegando ya a los Estados Unidos con destino final Japón. Como ocurrió otras tantas veces, hay posibilidades de que primero sea servida por un padrillo top en el país del norte antes de llegar a su destino final.
Criada por Al Adiyaat Argentina SA., la alazana fue una de las mejores de la temporada durante el proceso selectivo, abriendo su campaña llevándose uno de los clasificatorios para hembra del Clásico Precoces platense, sobre 800 metros, y llegando a quedarse, en su despedida, con el Gran Premio Selección de Potrancas (G1), sobre 2000.
Además, fue segunda en los clásicos Carlos Casares (G3), Pedro E. y Manuel A. Crespo (G3) y en la final del Clásico Precoces; tercera en el Gran Premio Jorge de Atucha (G1) y cuarta en el Gran Premio de Potrancas (G1).
Parte de la espectacular primera generación de Dabster, el Curlin que sirve en La Mission Robles, y bautizada originalmente como Inca Bird, Gran Mirella tiene por madre a Inca Noble (Ride the Rails), Campeón 2 Años Hembra de 2007, cuando se impuso en el Gran Premio Estrellas Juvenile Fillies (G1), y es hermana materna de Arabee (Asiatic Boy), que fue también segundo en el Clásico Crespo.
Su familia materna es la misma de los G1 Corona del Inca (Luhuk), Imagen de Roma (Roman Ruler), Guarachero (Slew Gin Fizz) o el formidable Fitzcarraldo (Cipayo).
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